La profesora estadounidense Mai’a K. Davis Cross transmite serenidad y esperanza cuando habla del proyecto europeo. Esta experta en Relaciones Internacionales de la University of Southern California investiga desde hace años la Unión Europea y aporta una visión desde el exterior a la situación de crisis en la que está sumida esta institución. Mai’a Cross ha estado en España para impartir un seminario bajo el título The Politics of Crisis in Europe: media narratives.

Por Manuel Bartolomé y Marta Rebolledo

La Unión Europea acaba de recibir el Premio Nobel de la Paz. ¿Qué supone esta concesión para la UE? Este premio es un honor tremendo para la Unión Europea. Además, contribuye a mejorar su imagen especialmente en el resto del mundo; donde mucha gente la minusvalora. Se suele entender la UE sólo como una organización comercial que se dedica a asuntos económicos. De ahí que no se sea consciente de otros éxitos que ha conseguido durante tanto tiempo. Muchas personas olvidan que la razón de ser de la UE fue la seguridad, el mantenimiento de la paz en el continente. El premio también anima a afrontar los actuales problemas financieros de la Eurozona, porque hace sentir la confianza en lo que se hace hoy, se asienta sobre grandes logros del pasado.

Entonces, ¿puede aprovecharlo la UE como una forma de limpiar su imagen?
En parte sí, pero debe considerarlo más bien como un recordatorio de los grandes propósitos de la Unión Europea. En medio de dificultades como las que se viven actualmente, es fácil olvidarse de estos grandes ideales. Por eso, el premio debe interpretarse como un estímulo para tener presente dichos principios y logros, una situación a la que muchos países y regiones desearían haber llegado.

¿Cuál es el rumbo que debería tomar la UE?

Actualmente son tiempos difíciles para la mayor parte de los ciudadanos europeos, especialmente en países como Grecia, Irlanda, España o Italia. Pero claramente percibo este periodo como un momento de más integración. Siempre ha sido un proceso en constante evolución, e incluso en estos últimos años sigue habiendo una firme comprensión de que Europa es más fuerte si permanece unida. Esta integración debería conducir hacia una unión fiscal, también sobre una unión bancaria, incluso se habla cada vez más de federalismo dentro de esa eventual unión fiscal.

Con respecto a la política exterior, a veces no queda claro que el mensaje europeo se exprese a través de una única voz. ¿Resultaría beneficioso unificar ese mensaje?

No cabe duda de que la UE tiene multitud de voces. Se trata de un grupo de gente muy diverso, con diferentes lenguas y culturas. Pero cuando se trata de política exterior, hay un deseo por parte de los europeos de hablar con una sola voz: es la única vía para tener un impacto fuerte y ejercer el soft power dentro del sistema internacional. Considero importante respetar las diferentes opiniones e incluso posibles desacuerdos en asuntos internacionales, pero siempre que resulte posible. Los miembros de la UE deben seguir el propósito del Tratado de Maastricht, que promueve la coordinación de la política exterior. Ese esfuerzo está siendo cada vez más exitoso; desde luego, más de lo que parece.

 Entonces, ¿dónde reside el problema?

La mayoría de las veces la UE se expresa a través de una posición consensuada, pero eso no suele llegar a la población. En cambio, cada vez que existe un desacuerdo, ese mensaje es amplificado. Esto plantea un reto para la diplomacia y para la comunicación de la UE, que debe explicar mejor los logros alcanzados por su acción exterior. En la mayoría de áreas, Europa habla con una sola voz y ése es el mensaje que debe ser amplificado. ¿Qué rol puede desempeñar Europa en el mundo actual? La UE es un actor fuerte en el ámbito del medio ambiente, uno de los más importantes de nuestro tiempo. Desafortunadamente, Estados
Unidos no pretende liderar el mundo en la protección de nuestro entorno, en cambio, la UE sí puede convertirse en el líder global. También puede liderar el mundo en otros asuntos, como el deseo de abolir definitivamente la pena de muerte en el mundo y la protección de los derechos humanos. En muchas ocasiones, Estados Unidos demanda a China avances sobre los derechos humanos, y mientras, sigue aplicando la pena de muerte en algunos estados. Por eso, la UE tiene más autoridad para destacar en este asunto. En general, la presencia de la Unión Europea en la escena internacional significa un actor en busca de la paz y la cooperación a través del soft power y el hard power cuando es necesario.

¿Por qué el mensaje de la UE no llega a sus ciudadanos?

Todavía existe un conocimiento deficiente acerca de la UE. Incluso siendo ciudadanos europeos, mucha gente sigue sin entender qué es la UE. Tampoco debemos olvidar que muchas sociedades no prestan atención a sus respectivos gobiernos nacionales, no les dan importancia. Se trata de un problema actual de la democracia y del compromiso de los ciudadanos con respecto a sus instituciones.

La gente tendría que ser consciente de la influencia que tiene la UE para saber lo que está pasando.

¿Cómo se podría solucionar o mejorar esta situación de desconocimiento por parte del ciudadano?

Un buen medio para combatirlo es mediante el programa Erasmus. Esta iniciativa hace que la gente piense en la UE, así como otro programa que se ha puesto en marcha, y que debería expandirse, como es el programa de trabajos para jóvenes. Desde la educación elemental y secundaria debería explicarse qué es la UE y cómo funciona para evitar que después que la UE se perciba como un misterio por los ciudadanos. Y los miembros del parlamento europeo también tienen una gran responsabilidad: durante las campañas electorales, tienden a centrarse en temas nacionales, en vez de explicar mejor la función de la UE y la de su Parlamento, teniendo en cuenta que se presentan con el fin de desarrollar su trabajo en él.

¿Cuál es su opinión acerca de Herman van Rompuy y Catherine Ashton? ¿Se necesita otro tipo de liderazgo en la UE?
La elección de estos dos cargos fue un nombramiento seguro, porque al fin y al cabo se trataba de la primera vez en que se implantaban estos cargos. Están haciendo un buen trabajo en general, si bien se necesita más
carisma en este tipo de líderes europeos. Deberían tener más visibilidad mediática. Al fin y al cabo, son la cara externa de la UE. En las próximas elecciones sería esperanzador contar con líderes más carismáticos, que conecten mejor con los ciudadanos.

¿Por qué el discurso de los medios difiere tanto del proveniente de la UE? ¿Sólo ocurre en situaciones de crisis?
Los medios representan generalmente la UE de un modo negativo. En otras ocasiones, simplemente se la ignora. Incluso cuando no hay crisis, la narrativa de los medios acerca de la UE se caracteriza o bien por ignorarla, o bien por ser negativa hacia esta institución. Y en momentos de crisis, es especialmente negativa.
Creo que esto se debe, por una parte, porque las malas noticias venden, y por otra, porque muchos periodistas aún no entienden la UE. Muchas veces no son concientes de los aspectos políticos de la UE y se limitan a centrarse en los líderes. El premio Nobel de la Paz que se le ha otorgado puede ayudar a que se comprenda que la UE es algo más que una unión económica.

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