Por Verónica Lozano, Periodista
Todo ciudadano mexicano tiene por derecho político constitucional, en su artículo 35 fracción II, derecho a presentar una candidatura y a poder ser votado para todos los cargos de elección popular en los diferentes niveles, siempre que se cumplan con los requisitos, condiciones y términos que la legislación determine.
Aunque a lo largo de la historia han existido solicitudes de registro para estos puestos, todas fueron denegadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), argumentando que la legislación electoral preveía un derecho exclusivo de los partidos políticos para presentar postulaciones. Algunos ejemplos son, Manuel Guillén Monzón que en 2001 pretendió contender como candidato independiente a gobernador de Michoacán, el caso de Jorge Castañeda Gutman que en 2004 aspiró a la presidencia de la República, o en 2009 cuando Elisa de Anda se postuló como diputada federal en el distrito XXIII del Distrito Federal.
Ante la exigencia de diversas organizaciones ciudadanas, en 2012 se realizó una reforma constitucional en materia política que incorporó la figura de las candidaturas independientes, y más tarde, en 2014, una reforma político electoral que las reglamentó a nivel federal estableciendo sus requisitos, plazos, fórmulas, mecanismos y obligaciones. Fue así que en el proceso electoral 2014-2015 se da por primera vez la contienda efectiva de partidos políticos y candidatos independientes en el ámbito federal y local.
En las elecciones de 2015, se liberaron 1.790 puestos. Ante esta situación, el Instituto Nacional Electoral (INE), registró un total de 404 aspirantes a candidatos independientes, de los cuales solo 133 lograron su registro oficial y seis fueron electos. Entre los ganadores se encuentran Jaime Rodríguez Calderón, en Nuevo León, quien obtuvo la gubernatura, y Pedro Kumamoto que logró una diputación local en el distrito 10 de Zapopan, Jalisco. También se alcanzó una diputación federal y tres presidencias municipales.
A día de hoy, el país enfrenta un proceso electoral en el cual se elegirán 3.400 cargos locales y federales, entre ellos Presidente de la República Mexicana, y se realizará el 1 de julio del año en curso.
La tendencia a las candidaturas independientes ha ido en aumento pues la ciudadanía exige una ideología renovada que no siempre concuerda con la de los partidos políticos ya establecidos, es por eso que los diversos aspirantes se hicieron presentes en el periodo de Convocatoria Nacional de Candidaturas Independientes realizada por el INE, que finalizó el 15 de octubre del 2017.
Para puestos federales, se presentaron 48 nombres en la competición por la presidenciable, 38 por senadurías y 240 por diputaciones. En el caso de cargos locales, más de 400 personas de 30 entidades de la República presentaron solicitudes para contender en las dependencias correspondientes a cada uno.
A escasos días de que concluya el plazo para conseguir las firmas necesarias para obtener la candidatura a la Presidencia de la República, solo cuatro participantes se mantienen en la contienda, siendo estos Jaime Rodríguez Calderón, quien encabeza la lista, seguido por Margarita Zavala, Armando Ríos Peter y María de Jesús Patricio Martínez.
El ciudadano mexicano tiene voz. Los partidos políticos, especialmente el Partido Revolucionario Institucional (PRI), colocaron sus ideas como bandera para gobernar el país; sin embargo, en el 2000, con la llegada histórica del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia, la palabra del ciudadano se hizo notar. Hoy, el descontento del pueblo se percibe en las esquinas, las personas ya no sienten afecto por los partidos políticos, por sus conceptos o sus proyectos; ahí entran en juego los candidatos independientes. México busca nuevos y verdaderos representantes que vean por las dolencias del país y busquen el bien común… Ahora hay otra alternativa más, es hora de considerarla.
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