Nuevo presidente de APRI

“Asuntos Públicos y Comunicación van de la mano. Cuando una estrategia no se ha integrado en la otra, no ha funcionado”

Claudia Ortega Chiveli  

@claudia_chvl

APRI, la asociación que integra a profesionales de las Relaciones Institucionales, los Asuntos Públicos y el Lobby en España, inicia una nueva etapa. El pasado 23 de enero, Carlos Parry se convertía en su nuevo presidente y ponía así fin a quince años de liderazgo de María Rosa Rotondo.

Con él hablamos sobre cómo plantea este nuevo ciclo, que afronta en un momento de boom de la profesión y a caballo entre Madrid y Bruselas, donde trabaja como director senior de Asuntos Europeos de AstraZeneca. Desde allí se mira en el espejo de sus colegas europeos para avanzar en una antigua reivindicación: la regulación de la profesión. Es una de sus prioridades, pero no es la única, porque en el ‘debe’ del nuevo presidente de APRI está también mejorar la oferta formativa y la comunicación.

Sabe que necesitan comunicar más y mejor qué son los Asuntos Públicos para que el concepto de lobby pierda su c­onnotación negativa y por eso nos invita a crear sinergias y estrechar, todavía más, la mano.

En su primer discurso como presidente de APRI, dijo que su propósito es “seguir fortaleciendo el rol del profesional de relaciones institucionales y poner el foco en comunicar”. Comunicación política y Asuntos Públicos, ¿dos caras de la misma moneda o dos monedas que se retroalimentan y necesitan mutuamente?

Yo soy de los que cree que el lobby o los Public Affairs están muy relacionados con la comunicación. Entender la influencia política sin tener como eje fundamental la comunicación política es no comprender realmente cómo se puede impulsar la colaboración público-privada, que es lo que perseguimos como profesionales del lobby.

La comunicación forma parte de la estrategia de un profesional de Public Affairs, o al menos debe hacerlo, porque es muy difícil influir en cosas que no están en la agenda política. Nuestro trabajo se mueve generalmente en temas que mejoren algo que redunde en el interés general de la sociedad. El hecho de tener capacidad de análisis y de entender hacia dónde van las políticas públicas es fundamental para un profesional de los AAPP porque, de no ser así, puede ser un marciano dando vueltas por el planeta Tierra.

Las estrategias de lobby basadas en defender únicamente los intereses de la organización sin tener en cuenta los de la sociedad están condenadas al fracaso

Lo que es una realidad es que cada vez son más los profesionales de la comunicación que apuestan por el camino de los Asuntos Públicos como salida profesional…

Ha habido una evolución en la profesión. Hace años podías encontrarte a gente que venía del marketing y acababa haciendo AAPP porque se trataba de crear awareness. Pero hacer lobby va mucho más allá; va de entender qué está pasando en la sociedad en la que trabajas, cuáles son sus prioridades y cómo puedes elaborar una estrategia win-win. Las estrategias de lobby basadas en defender únicamente los intereses de la organización sin tener en cuenta los de la sociedad en la que operas están condenadas al fracaso.

Sin embargo, en su junta directiva prima un perfil más vinculado al derecho o la empresa que a la comunicación. ¿Cómo debe ser el profesional de los AAPP?

En la nueva junta directiva tenemos a David Álvaro, experto en compol; a Gerard Guiu, periodista; o a Dolores Gonzalez, directora de la Asociación de Consultoras de Comunicación. Pero es verdad que prima un perfil más vinculado solamente a los AAPP. En mi opinión, Asuntos Públicos y Comunicación van de la mano; no entiendo el uno sin el otro. Cuando no se ha integrado la estrategia de comunicación dentro de la de AAPP, no ha funcionado.

El problema del profesional de los Asuntos Públicos en España sigue siendo la falta de un camino formativo. Las empresas siguen teniendo dudas sobre cuál es el perfil ideal para trabajar en Public Affairs. Es verdad que estamos viviendo un boom de consultoras y que en las empresas tenemos muchos equipos de Asuntos Públicos, pero están formados por perfiles muy diferentes: desde uno más regulatorio o jurista hasta el únicamente relacionado con las relaciones públicas y la organización de eventos. Sin embargo, el profesional perfecto de AAPP tiene que tener conocimientos de comunicación, de regulatorio, de marketing, etc. Ha de ser un perfil muy híbrido y eso es muy difícil de encontrar porque no hay prácticamente nadie que salga de la universidad con todas estas patas. Por ello, una de nuestras prioridades en APRI es que haya más oferta formativa para que la gente salga de la universidad, al menos, sabiendo qué es esto de los Asuntos Públicos.

El problema del profesional de los Asuntos Públicos en España sigue siendo la falta de un camino formativo. Es una de nuestras prioridades.

Otro punto en común entre los AAPP y la comunicación política es el acceso al mundo profesional, en ocasiones difícil o desconocido para quien acaba de salir de la universidad. ¿Es un problema de oferta formativa?

Hay que ir un poco más a la raíz. La especialización está muy bien, pero también está bien que la gente acabe Periodismo sabiendo qué es la comunicación política. En los AAPP, la única oferta formativa son cursos muy especializados, pequeños y en universidades privadas. Yo doy clase en un máster en el que, en un año de formación, el alumnado solo tiene 15 horas lectivas de esta materia.

¿No cree que es precisamente la comunicación lo que falla en el mundo de los Asuntos Públicos? En España, la palabra lobby espanta.

Sí, hay que hacer más y mejor en la parte de comunicación. Este es otro de los pilares de la estrategia de APRI para los próximos años: explicar mejor qué es lo que hacemos. Es verdad que cuesta mucho, porque solemos ser noticia solo cuando alguien hace algo mal y ese mal comportamiento se identifica con el lobby, aunque muchas veces no lo sea. El tráfico de influencias no es lobby. Lobby es hacer influencia política con una visión pública; transformar y mejorar el marco normativo para cambiar la sociedad en lo que vivimos. Y eso no tiene nada de negativo.

Lo triste es que en España no haya una regulación que proteja a la profesión. Llevamos muchísimos años demandándolo, pero falta voluntad política para solucionarlo y no se acaba de rematar nunca.

En la última legislatura parecía que sí, pero se convocaron elecciones y la posibilidad cayó. Ahora hay que volver a empezar y esta es nuestra tercera prioridad.

Lobby es hacer influencia política con una visión pública, transformar y mejorar el marco normativo para cambiar la sociedad en lo que vivimos. Y eso no tiene nada de negativo.

¿Es Bruselas un espejo en el que mirarse?

Sí. Bruselas y Estados Unidos son las grandes cunas del lobbismo a nivel global. En Bruselas hay un marco, un registro de transparencia, y nosotros como profesión estamos a favor de esto porque no tenemos nada que ocultar, al revés. Hay cosas mejorables, pero ese principio de transparencia en las relaciones es básico para garantizar una certeza y una seguridad fundamentales para nuestro trabajo, que no es otro que influir políticamente para mejorar un marco regulatorio que, a su vez, mejore la vida de las personas.

En España no hay voluntad política para regular la profesión

Pese a la falta de regulación, en España abundan las consultoras dedicadas exclusivamente a los Asuntos Públicos o con departamentos específicos. ¿No hay riesgo de una burbuja que acabe pinchándose?

El crecimiento se debe a que hay una necesidad. Las empresas están empezando a entender que no puedes tener un plan estratégico si no entiendes el contexto económico y social en el que tienes que operar. Ese es el trabajo de un profesional de los AAPP: dar a conocer el entorno e interpretar qué quiere decir, por ejemplo, que en junio haya elecciones en Europa y por qué es importante para un determinado sector. Ese es el valor que aportamos. Las empresas están empezando a entender que tienen que saber hacia dónde van las tendencias políticas para ser más realistas.

Ahora, una vez identificada la necesidad, lo que nos falta es el después: la estrategia de incidencia. Aquí hay diferentes corrientes, cada consultora o profesional tiene su método, y es donde todavía tenemos que poner el foco para aportar aún más valor como profesionales.

El trabajo de un profesional de los AAPP es dar a conocer el entorno e  interpretarlo. Es el valor que aportamos.

La comunicación es fundamental para trabajar en Asuntos Públicos, pero, ¿qué pueden aportar los Public Affairs a los profesionales de la compol?

Quizás, nosotros tenemos un conocimiento más técnico y específico sobre el contenido, que puede ayudar a que la comunicación tenga un mayor fundamento y un mensaje más potente.

También tenemos muy identificados los policy makers. No es lo mismo la relación de un periodista y un político, que la que tenemos nosotros con ellos. Creo que aquí se pueden generar sinergias de conocimiento, pero, sobre todo, os animo a que trabajemos más juntos.

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