Manuel Torres Soriano @mrtorsor
«Los elementos religiosos son esenciales para entender el atractivo de este mensaje en algunos individuos»
Por José Luis Izaguirre @jl_izaguirre92
Manuel Torres Soriano es experto en terrorismo yihadista y recientemente ha sido nombrado miembro del Consejo Asesor de Europol. También ejerce como profesor titular del área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Asimismo, es director del Curso Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista, Insurgencias y Movimientos Radicales de la UPO, y profesor del Máster en Estudios Estratégicos y Seguridad Internacional de la Universidad de Granada. Fue uno de los ponentes invitados en el V Encuentro Internacional de Comunicación Política de ACOP en Bilbao.
Nos gustaría, en primer lugar, felicitarle por su reciente nombramiento como miembro del Consejo Asesor de Europol. ¿Cuál va a ser su papel dentro de la organización? ¿En qué destaca el trabajo de Europol en la lucha antiyihadista?
Muchas gracias. Durante tres años voy a formar parte de un grupo de académicos y profesionales del mundo empresarial cuya finalidad es reflexionar junto con los analistas de Europol sobre cómo evoluciona el activismo terrorista en internet y cuáles son las posibles estrategias para hacerle frente. El objetivo del Consejo Asesor es mejorar la efectividad de este organismo aportando nuevas perspectivas de trabajo y metodologías.
El cometido de Europol en la lucha contra el terrorismo es principalmente dar apoyo operacional a los Estados miembro que han sufrido un atentado, a través del intercambio de información. En el ámbito de internet tiene una importante misión de análisis e interlocución con las empresas prestatarias de servicios para que estas puedan detectar y eliminar con agilidad contenidos extremistas de sus plataformas.
A lo largo de los años ha publicado muchas investigaciones de referencia sobre las técnicas de comunicación de grupos yihadistas. ¿Cómo ha sido el desarrollo de la comunicación de estos grupos en los últimos años y hacia dónde evoluciona? ¿Qué podemos esperar en un futuro?
El principal motor tras la evolución de la estrategia propagandística de estos grupos ha sido el cambio tecnológico. La disponibilidad de nuevas tecnologías en el ámbito de la comunicación no solo ha afectado a la efectividad y alcance de su propaganda, sino también al propio contenido de su discurso. En el ámbito del terrorismo podemos encontrar una confirmación de las tesis de Marshall McLuhan cuando afirmaba que “el medio es el mensaje”. La estrategia comunicativa es muy diferente cuando tienes que apuntar a un público indiferenciado que se informa a través de un informativo televisivo, que cuando se puede establecer una interacción directa y personalizada a través de una aplicación de mensajería móvil.
No es fácil hacer predicciones sobre cómo evolucionará esta estrategia, pero de lo que no cabe duda es que intentarán explotar todas las potencialidades de las nuevas herramientas de comunicación. Que lo consigan, depende en buena medida de nuestra capacidad para adaptarnos y evitar que estos grupos disfruten de espacios de impunidad desde los cuales seguir proyectando su mensaje radical.
El principal motor tras la evolución de la estrategia propagandística de estos grupos ha sido el cambio tecnológico
A raíz del 17º aniversario del 11-S, se ha comentado en los medios estadounidenses e internacionales que la cobertura de noticias relacionadas con el yihadismo ha menguado y que da la sensación (mediáticamente) de que la amenaza se ha rebajado. ¿Tiene la misma sensación?
Una de las paradojas de la estrategia de comunicación de grupos como Al Qaeda es que en cierta medida han terminado “muriendo de éxito”. Su habilidad para capturar la atención mediática de todo el planeta generó una sobreexposición que saturó a buena parte de su audiencia. La información sobre terrorismo comenzó a ser percibida como reiterativa y ante la falta de interés por parte de los espectadores, los medios dirigieron su atención hacia asuntos novedosos. El resultado es que la atención mediática nunca ha sido un buen indicador para medir el nivel de amenaza terrorista, ni en los días inmediatamente posteriores al 11-S, cuando todo giraba en torno a los próximos pasos de Osama Bin Laden, ni cuando casi dos décadas después, todo el mundo da por amortizado a su grupo.
La información sobre terrorismo comenzó a ser percibida como reiterativa y ante la falta de interés por parte de los espectadores, los medios dirigieron su atención hacia asuntos novedosos
Ha habido unos años donde se han llegado a publicar imágenes muy explícitas de acciones terroristas y se ha criticado mucho a los medios de comunicación por hacerse eco de las intenciones propagandísticas de grupos como ISIS. ¿Ha percibido un cambio? ¿Cómo considera que ha de gestionarse este tipo de contenido desde los medios de comunicación?
Estado Islámico tuvo la habilidad de volver a situar la amenaza terrorista en el centro de la agenda mediática, recurriendo a la difusión de imágenes de violencia extrema. El contexto mediático en el cual se produce la eclosión de este grupo es muy diferente al que existía cuando se produce el 11-S. Internet había eliminado el papel de intermediario entre los terroristas y la opinión pública que tradicionalmente habían ejercido los medios de comunicación. Los terroristas, por primera vez en la historia, podían comunicarse directamente con su público, sin las interferencias de unos medios que ya no tenían la capacidad de decidir que era noticia y que no. La pérdida de protagonismo de los medios también erosionó algunos de sus límites éticos, los cuales habían servido como muro de contención frente al atractivo de la violencia. Si los vídeos de asesinatos circulaban sin problemas a través de las redes ¿qué había de malo en utilizar esos materiales para ilustrar las informaciones sobre Estado Islámico? Después de varios años de excesos, existe cierta mala conciencia en algunos periodistas por haber caído en la trampa de la propaganda yihadista.
Sin embargo, no existe una solución fácil para lograr un tratamiento responsable de la información sobre terrorismo. La única estrategia que realmente puede funcionar es la autorregulación de los propios medios de comunicación, los cuales deben tomar decisiones fundamentadas acerca de lo que es noticiable y aquello que no aporta nada a la sociedad. Para ello, no solo hace falta profesionales formados, sino también medios (especialmente los digitales), con la suficiente estabilidad financiera para no caer en la tentación del clickbait.
Los gobiernos siempre tratan de lanzar campañas para contrarrestar los efectos de la propaganda terrorista, pero no siempre tienen éxito. Por ejemplo, Estados Unidos creó en 2012 el Bureau of Counterterrorism and Countering Violent Extremism (Oficina de Antiterrorismo y Lucha contra el Extremismo Violento) para continuar con sus intentos de frenar la radicalización. ¿Cuáles creen que deben ser los pasos de los gobiernos y las fuerzas de seguridad nacionales e internacionales para hacer frente a estos grupos en el ámbito comunicativo?
Todos los países se han sentido forzados a poner en el ámbito de la comunicación acciones que traten de contrarrestar el mensaje terrorista. No obstante, buena parte de estas acciones tenían como principal objetivo justificar políticamente que se está haciendo algo, sin que exista vocación de evaluar su impacto real o la eficiencia del dinero gastado. El resultado es que, casi dos décadas después, hemos avanzado muy poco en este ámbito crucial en la lucha contra el terrorismo. La única vía para romper ese impasse es seguir experimentando con nuevas ideas, incluyendo aquellas que pueden resultar contra-intuitivas.
Se habla mucho también de si realmente la batalla del Dáesh y otros grupos extremistas es religiosa. ¿Cuánto de religioso tiene su guerra?
No podemos ignorar la vertiente religiosa de estos grupos. Aunque pueda resultar tranquilizador pensar que el islam es la coartada de un grupo de oportunistas que solo se mueven por dinero o poder, lo cierto es que los elementos religiosos son esenciales para entender el atractivo de este mensaje en algunos individuos, pero también las motivaciones de individuos que no solo están dispuestos a matar, sino también a morir.
Otro elemento de preocupación es el efecto boomerang que va a ocasionar en los próximos años la salida de prisión de cientos de yihadistas que han sido detenidos en el contexto de la movilización de combatientes hacia Siria e Irak
Hace poco aseguró que la idea deformada de Al-Ándalus “es la temática más recurrente en el discurso yihadista hacia nuestro país, la cual ha sido impulsada por los principales líderes e ideólogos del movimiento yihadista”. ¿Por qué cree que Al-Ándalus es un tema de tanto calado entre los radicales yihadistas? Además de esta, ¿hay otras temáticas recurrentes para ellos?
Las apelaciones a Al-Ándalus constituyen una forma de vincular su violencia con los grandes episodios de la historia islámica. La identidad de los yihadistas se ve reforzada con la idea de que en la actualidad los musulmanes padecen una nueva cruzada, y que ellos son los continuadores de los grandes conquistadores árabes. Los agravios del pasado pueden ser reinterpretados como causas de movilización en el presente.
En España, hemos visto casos muy alarmantes de células de captación yihadista en ciudades como Ceuta, Barcelona, Pamplona o Madrid. A nivel nacional, ¿se están dando pasos contundentes para combatir la captación de jóvenes por parte de estos grupos? ¿Qué más medidas habría que tomar?
Afortunadamente, la acción policial en España ha sido muy eficaz a la hora de contener y prevenir la actividad yihadista. Sin embargo, la amenaza evoluciona cada vez más rápido, y esto obliga a nuestras fuerzas seguridad (las cuales se encuentran entre la mejores del mundo) a reinventarse permanente. Aunque se ha avanzado a pasos agigantados en la colaboración internacional y el intercambio de inteligencia, este sigue siendo una de las áreas de mejora más necesarias. Otro elemento de preocupación es el efecto boomerang que va a ocasionar en los próximos años la salida de prisión de cientos de yihadistas que han sido detenidos en el contexto de la movilización de combatientes hacia Siria e Irak. En la mayoría de los casos, el paso por la cárcel, lejos de atemperar su radicalismo, ha reafirmado su visión extremista y sus deseos de venganza.
Tuvimos el placer de escucharle, junto con otros expertos en materia yihadista, en el V Encuentro Internacional de Comunicación Política, un evento que ACOP organiza cada dos años en Bilbao. Expuso interesantes reflexiones que nos hicieron esbozar un retrato bastante ajustado de la amenaza que supone el yihadismo ¿Qué le pareció la experiencia de asistir al Congreso?
Una magnífica experiencia. Es un lugar privilegiado para conocer gente interesante y aprender. A su atractivo académico y profesional, añadiría el excelente ambiente y la cordialidad que allí se respira. En definitiva, no dudaría en recomendar el Congreso de ACOP a cualquier persona interesada en la comunicación política.
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