Presidente de The Academy of Political Arts and Sciences (W.A.P.A.S.).
«Los consultores debemos seguir siendo actores de perfil bajo»
Por Gabriela Ortega, @gabrielaortegaj Socióloga.Subdirectora de La Revista de ACOP
Presidente y fundador de ADV Comunicación Estratégica. Especialista en comunicación estratégica de campañas políticas y en comunicación institucional de gobiernos. Desde 1983, ha sido asesor de diversos líderes políticos, de gobiernos estatales, entidades intermedias e instituciones privadas. En total, más de 120 campañas para candidatos nacionales, provinciales y municipales de carácter ejecutivo y legislativo. Es socio fundador de ALACOP y del Centro Interamericano de Gerencia Política. Autor del libro “Y pasaron 20 años” sobre campañas políticas
Teniendo a alguien con su experiencia me gustaría preguntarle, ¿cuál es la evolución que ha visto usted desde los inicios de esta profesión, la consultoría política, que ni siquiera estaba considerada como tal hace algunos años y que ahora no solamente es reconocida como una profesión, sino se ha institucionalizado con la entrega de reconocimientos, programas de posgrados, centros que dedican exclusivamente su actividad a este tema, etc.?
Ha habido muchos cambios a lo largo del tiempo, la evolución ha sido notoria y evidente porque los cambios últimamente se dan en procesos de tiempo mucho más breves. Antes había cambios que demoraban tiempo y ahora se dan en periodos bastantes cortos e incluso de manera simultánea; de pronto tú puedes observar que se dan cambios de comportamiento en el sector del electorado y simultáneamente se reflejan en cambios en las técnicas de comunicación que los consultores usamos.
Estamos asistiendo al nacimiento de una serie de herramientas nuevas para hacer uso de ellas que han revolucionado la mecánica con la cual llegamos a la masa de electores que tenemos en cada elección. Fíjate que en el teléfono cabe todo, es receptor de todo y te conecta con el mundo sin moverte y también es una herramienta muy importante cuando llega el momento de usarla en términos de comunicación.
Cambios ha habido y seguirá habiéndolos, yo hago votos para que en medio de estos cambios permanezca inmutable aquello que tiene que ver con la ética de la profesión, esto no debe cambiar, debemos seguir siendo actores importantes, pero secundarios.
¿Cree usted que el hecho de que el consultor pretenda ser una estrella dentro de la campaña electoral afecta a la percepción de la ciudadanía sobre el marketing político?
Algo de eso hay, hoy la gente se mueve bastante impulsada por el tremendo poder de convocación que tienen los medios, hoy a la gente le gusta bastante lo que nosotros llamamos, y perdón por la palabra, el «chusmerío», esa cosa tan de las novelas, pero que ahora se ha transportado a lo noticioso. Es decir, junto a la información importante viene la otra que trata la incidencia que ha tenido un fulano en unas elecciones.
Quiero ser muy claro en esto, creo que los consultores debemos seguir siendo actores de perfil bajo, que debemos tener muy clara cuál es nuestra función y nuestra responsabilidad y no pasa por nosotros la verdad o la mentira de una campaña, la verdad final siempre la va a tener, lo que nosotros llamábamos en publicidad comercial, el producto, en este caso, el candidato.
Como elementos de profesionalización están las asociaciones de comunicación política como ACOP o la WAPAS de la que usted es presidente y que hace entrega de los ya famosos Napolitan Victory Awards, ¿cuál es el objetivo de estos premios?
Primero una aclaración, en los últimos tiempos ha habido una serie de cuestionamientos a estos premios, creo que estos son fruto de la naturaleza humana o de aquellos que pueden verse desplazados. Puede que nunca pudieran acceder a un premio, pero nunca se presentaron para competir, por lo que hay que tomárselo con liviandad este tipo de críticas.
¿Yo qué creo de los premios? Creo que deben ser como un estímulo para aquellos que ejercen la actividad con nobleza y honestidad y que de pronto ven que son considerados. Si a mí, por ejemplo, que soy un veterano, me gusta recibir un premio, fíjate lo que debe ser para aquellos que recién comienzan y para aquellos que están dando los primeros pasos o para los que han andado tanto en la consultoría, ya tienen un bastón para apoyarse. Básicamente tienen que funcionar como un estímulo, para los veteranos y los que empiezan, esa debe ser su función.
Yo sé que este tema de “Los 100 consultores más importantes” ha generado controversia, sobre todo por aquellos que no están y de pronto te apuntan a algún consultor que están entre los 100 y te preguntan “¿y este quién es?”, bueno fulano por esto, por esto y por esto merece estar entre los 100, si alguien quiere alguna aclaración con todo gusto y si genera controversia bienvenida sea. Las controversias son como una pequeña tormenta que cuando pasa deja que la luz del sol alumbre bien. Así que no hay problema, asumamos las controversias como la democracia, no somos un sistema perfecto, pero queremos que funcione.
¿Y cómo es la elección de esos 100?
Por antecedentes y en gran parte por el mismo jurado de los demás premios, le damos también cabida a algún consultor de gran peso que tiene mucha autoridad para opinar. La mayoría de mi generación nos referenciamos mucho en Ralph Murphine, siendo hoy por hoy el mayor referente que tenemos. Ralph da mucha cabida a los jóvenes, los impulsa y entre los 100 encontrarás a alguno que él haya mencionado para tenerlo en consideración. En medio de todo, lo que hay que ponderar es la iniciativa de hacer cosas para tener a la gente motivada.
¿Cuál cree que ha sido la evolución de las mujeres en la consultoría política?
La evolución ha sido la evolución ha sido fantástica, en los últimos años hay muchas mujeres que han ido incorporándose en las diferentes disciplinas dentro de la consultoría.
El típico cliché del coaching y la imagen… ¿Existe eso?
Existe, por la condición natural que tiene la mujer de ser muy perceptiva. A mí me ocurre en mi vida diaria, cuando mi mujer me dice “cuidado con ese”, no se equivoca nunca. Por eso, materias como el coaching y la imagen les viene como anillo al dedo, pero en otras disciplinas también hay mujeres muy interesantes.
Por ejemplo, en el tema de las encuestas hay varias empresas con mujeres a la cabeza y espero que den una cuota de raciocinio a este tema que, en este momento, es algo que está muy cuestionado.
En mi país, Argentina, tenemos una aberración que tiene que ver con que las listas se confeccionan en base a un cupo en el que tiene que haber mujeres; esto a mí me parece monstruoso, por ejemplo, eliges senadores entonces hay dos hombres y una mujer ¿por qué?, llegará el momento en el que habrá tres mujeres si tienen la capacidad demostrada y habilidad política, ¿por qué esto del cupo? Esto es lo que no queremos que ocurra dentro de la consultoría política, están abiertas todas las ventanas y propuestas que quieran hacer. Acá no hay cupos, hay oportunidades y en buena hora que la mujer aproveche; observando los últimos años, han sido fantásticos, cada vez hay más mujeres y en disciplinas diferentes.
Usted ha mencionado a Ralph Murphine como referente, ¿diría que existe una mujer como institución de la consultoría política o aún no?
No, y mucho menos a nivel internacional, en mi país sí hay un par de mujeres, pero no trascienden las fronteras. Eso se logrará andando y lo importante que el camino está abierto.
Como consultor político en Latinoamérica, pero también como ciudadano, todo este concepto del socialismo del siglo XXI que vino a partir de una fuerte transcendencia política en Venezuela y que en Ecuador, Argentina, Bolivia ha llegado el momento en que el péndulo vuelva al otro extremo, ¿cómo ve este fenómeno que es político, pero que la consultoría ha jugado un gran peso en la comunicación de Correa, de Kirchner, de Morales, Chávez, Dilma…?
Son fenómenos. Nosotros en los años anteriores asistimos al fenómeno pendular que llevaba toda esta corriente de opinión hacia los populismos, por suerte, creo que el péndulo se está yendo para el otro lado y en mi país nos hemos librado de caer en el populismo y en este momento estamos mostrando un gobierno que está en las antípodas del populismo.
Al fin somos ejemplo de algo, al fin alguien nos mira y dice qué bien lo que están haciendo, creo que es una corriente de opinión que se va a afianzar, se va a consolidar.
Lo de Correa es un dato que hay que mirar, también lo de Bolivia, con atención, que parece que Evo se quiere eternizar y lo que pasa en Brasil es motivo de atención; es decir, en el continente parece que hay vientos nuevos, pero no son huracanados, son brisas que están pronosticando algo.
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