Por Ignacio Martín Granados, @imgranados, Politólogo.
La última moda de la comunicación política es Telegram. Si en las últimas elecciones, tanto autonómicas y municipales como las nacionales (y de otros países como Uruguay, India o Brasil) asistíamos a la invitación de los candidatos a charlar con ellos a través de Whatsapp, en los últimos meses ha proliferado el uso de Telegram.
Pero, ¿qué es esta aplicación? Se trata de un servicio de mensajería multiplataforma por internet -teléfono y ordenador- para enviar y recibir mensajes (texto, documentos, multimedia) estrenado en 2013. Pero no es sólo un sistema de comunicación bidireccional, sino que también permite canales de comunicación unidireccional. La principal diferencia con Whatsapp es la seguridad y privacidad que ofrece –algo muy valorado en política- ya que posee una arquitectura interna que lo vuelve menos vulnerable a los ataques externos. Además permite chats secretos, mensajes que se autodestruyen, canales y grupos, el uso de gifs animados y stickers personalizasos entre otras funcionalidades.
Aunque esta aplicación viene siendo utilizada desde hace tiempo por partidos y algunos políticos, se hizo popular entre el gran público gracias al tira y afloja negociador entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias cuando desde Podemos informaron de la situación a través de este mensaje: «Os comunicamos que Pablo Iglesias ya ha contactado con Pedro Sánchez. Iglesias le ha mandado un mensaje de whatsapp y Sánchez ha respondido vía telegram. En el intercambio han quedado en hablar a lo largo del día de hoy».
Así, hoy nos encontramos con una amplia variedad de canales y organizaciones que lo utilizan: desde representantes políticos (Íñigo Errejón, Rita Maestre), equipos de un candidato electoral (Alberto Garzón), pasando por partidos políticos (PSOE, Podemos), grupos parlamentarios (Podemos, IU-UP), áreas internas de los partidos (Equipo Pablo Iglesias, Secretaría Política de Podemos), hasta medios de comunicación (ElDiario.es, El Economista), el Congreso de los Diputados, Administraciones Públicas (Ayuntamiento de Mataró, Gobierno Vasco) y otras organizaciones de la sociedad civil (como Ecologistas en Acción o la Fundación porCausa).
Sin duda alguna, han sucumbido a sus encantos gracias a las posibilidades que ofertan como la coordinación del equipo de campaña (con la posibilidad de enviar y recibir prácticamente todo tipo de documentos sin necesidad de recurrir al correo electrónico), la movilización de militantes y voluntarios (con grupos de hasta 200 miembros, sin restricciones de formato y tamaño para los archivos que se transfieren, así como mayores garantías de seguridad), como antena de captación de ideas (nueva vía de comunicación, sin intermediación y de forma directa, tanto uni como bidireccional para difundir o debatir sobre ideas y propuestas).
En los tiempos actuales de la tecnopolítica la integración de la comunicación móvil en la vida cotidiana, especialmente en la Generación Millennials, es total. Gracias a esta nueva herramienta de comunicación (política) los partidos y candidatos acercan la política a la gente, donde quiera que estén, de manera más rápida y directa, estableciendo relaciones y construyendo comunidades de intereses.
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