José Luis Sanchís y Miguel Barroso fueron homenajeados el pasado 8 de noviembre en Barcelona, durante la gala de los II Premios de Comunicación Política
En el marco de los II Premios de Comunicación Política ACOP, celebrados el pasado 8 de noviembre en El Born Centre de Cultura i Memòria de Barcelona, la Asociación de Comunicación Política rindió un emotivo homenaje póstumo a dos figuras esenciales en la historia de la comunicación política en España: José Luis Sanchís y Miguel Barroso. Ambos fueron distinguidos con el Premio de Honor, el más alto reconocimiento que concede ACOP, que este año fue otorgado por partida doble.
José Luis Sanchís fue el gran pionero de la consultoría política en nuestro país. Profesionalizó el oficio cuando apenas existía, y abrió camino con más de 160 campañas en todo el mundo. Su legado va más allá de los resultados electorales: fue un defensor de la comunicación política como herramienta ética, estratégica y humana. Gracias a él, la compol en España y en América Latina se consolidó como una disciplina con rigor, método y prestigio.
Miguel Barroso, por su parte, fue un estratega brillante, un servidor público con visión, y un intelectual comprometido. Supo conectar la política con los medios, la cultura y la ciudadanía, defendiendo siempre la independencia profesional y el papel de la comunicación como instrumento de responsabilidad democrática. Entendió que comunicar bien es gobernar mejor, y que cada mensaje es también una forma de construir país.
El Premio de Honor ACOP fue recogido, en nombre de José Luis Sanchís, por su hija Marina Sanchis. En representación de Miguel Barroso, subieron al escenario sus hijos Camila, Cristina y Miquel. El momento se vivió con gran emoción en una sala repleta de profesionales, académicos y consultores del sector, que ofrecieron un largo aplauso a quienes marcaron el camino y siguen siendo faro para las nuevas generaciones.
Ambos galardonados encarnan los valores que inspiran estos premios: el talento, la ética y el compromiso con la democracia. Este doble reconocimiento es, por encima de todo, un “gracias”.
