Andrés Obando 

Asesor de comunicación estratégica y director general de autÉnTICA

El domingo 9 de febrero se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones generales en Ecuador. Los cargos en competencia son la presidencia y vicepresidencia de la República, así como las 151 curules en la Asamblea Nacional. Los resultados oficiales con el 99,5 % de las actas procesadas fueron 4.427.263 votos (44,18 %) para Daniel Noboa, el actual presidente en funciones y candidato por el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), y 4.401.633 votos (43,92 %) para Luisa González, candidata por la Revolución Ciudadana o el denominado correísmo, una corriente de izquierda. Hay menos de 0,3 % de diferencia entre ambos. El total de personas en Ecuador calificadas para ejercer el voto es de 13,73 millones, sin embargo, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), acudieron a las urmas 11 millones. En este país constitucionalmente el voto es obligatorio para las y los ecuatorianos de entre 18 y 65 años, mientras que es opcional para los jóvenes de entre 16 y 17 y para adultos mayores de más de 65 años.

La polarización

Los datos oficiales del CNE demuestran que en Ecuador se vive una polarización política marcada. Dos candidaturas concentran cerca del 80 % de los votos, los blancos y nulos rondan el 8 % y el p­orcentaje restante se divide entre los otros 14 candidatos adicionales de la contienda.

Daniel Noboa y Luisa González representan tendencias radicalmente opuestas: el anticorreísmo y el correísmo, respectivamente. Como correísmo en Ecuador se denomina a la ideología cercana al socialismo del siglo XXI. Tiene su origen en el expresidente Rafael Correa, quien instauró por 10 años este modelo en la nación. El anticorreísmo, lógicamente, es la tendencia radicalmente opuesta. Esta dualidad es la que da origen a la polarización en la primera vuelta de las elecciones ecuatorianas de 2025.

El actual presidente Daniel Noboa, que busca su reelección, llegó al poder en 2023. ¿Por qué tiene que volver a la contienda solo dos años después en 2025, cuando los periodos presidenciales son de cuatro años? Porque actualmente está completando el periodo del mandato del expresidente Guillermo Lasso, quien disolvió el parlamento y llamó a elecciones extraordinarias, invocando la comúnmente llamada muerte cruzada. Noboa ganó la presidencia con un mensaje moderado, más bien alejado de la polarización, de hecho, se presentó como “anti nada y pro Ecuador”. En 2023 fue la gran sorpresa, ya que no estaba en el radar entre los candidatos favoritos. Logró concentrar los votos moderados, los cuales se c­aracterizan en p­ensamiento por no identificarse con la polarización o el dualismo. Sin embargo, durante su gobierno dio un giro y empezó a tomar decisiones anticorreístas, como invadir la embajada de México en Ecuador para capturar al exvicepresidente correísta Jorge Glas. Es así como llega a 2025 siendo el candidato de esta tendencia.

Luisa González comanda al correísmo de nuevo en la carrera presidencial. Ya fue candidata en 2023 y perdió justamente contra el mismo Daniel Noboa. La Revolución Ciudadana la escogió de nuevo porque en las elecciones pasadas no tuvo un mal desempeño, estratégicamente decidieron que era la que tenía mejores probabilidades para una revancha con el actual presidente del Ecuador. Su corriente es el origen de los dos lados de la moneda de la polarización.

El voto moderado que le dio el paso a segunda vuelta en 2023 a Daniel Noboa fue de 23,47 %, pero en esta primera vuelta en 2025 se ha diluido en la polarización. No hubo un candidato que logre atraer este importante porcentaje, el tercer puesto de la elección es de Leonidas Iza del Movimiento Pachakutik con apenas el 5,29 %. Es decir, el voto moderado prefirió acoplarse a la polarización debido a que no encontró una opción que represente sus ideas. Incluso el resto de 14 candidatos también manejaron discursos y campañas anticorreístas.

Las encuestas y los resultados

Desde hace casi diez años, las encuestadoras viven una profunda crisis debido a que sus datos han sido equivocados en más de una ocasión, como en la primera elección de Donald Trump, el caso Brexit o el plebiscito en Colombia. No fue diferente en Ecuador en este 2025. Días antes de la elección se publicaron los datos de nueve encuestadoras: cinco decían que Daniel Noboa tenía ventaja sobre Luisa González, incluso tres a­seguraban que Noboa iba a ganar en una sola vuelta la presidencia. En Ecuador hay dos formas de ganar en primera vuelta según el Código de la Democracia, un candidato debe obtener la mayoría absoluta de votos válidos emitidos. Es decir, eso equivale a superar el 50 % de los votos válidos. Otra opción es ganar con al menos el 40 %, pero superando al segundo lugar por una diferencia de 10 puntos porcentuales. Del lado de Luisa González, cuatro decían que ella ganaría. Incluso hubo una Exit Poll que confirmaba los datos a favor de Noboa en una sola vuelta.

La opinión pública cuestionó el papel de las encuestas porque, o habían tenido errores técnicos inaceptables, o directamente manipularon sus proyecciones

Poco a poco fueron ingresando los datos oficiales a la aplicación del Consejo Nacional Electoral y, si bien al inicio la diferencia a favor de Noboa era amplia, con el paso de las horas se iba achicando hasta llegar a ser menos de 0,3 %. Un escenario absolutamente ajeno a los números que habían dicho días antes las encuestadoras. La opinión pública cuestionó el papel de las encuestas porque, o habían tenido errores técnicos inaceptables, o directamente manipularon sus proyecciones.

Algunas de las firmas que publicaron datos son parte de organizaciones multinacionales con gran capital reputacional, sin embargo, ahora y después de esto, queda en entredicho su capacidad. Incluso el excandidato de esta contienda Jimmy Jairala anunció que promovería auditorías rigurosas a estas encuestadoras.

La comunicación en las campañas

La desinformación acompañada de estrategias de campaña sucia y troll centers disfrazados de medios de comunicación digitales fueron las características principales en esta primera vuelta. Tanto con Daniel Noboa como Luisa González, las campañas sucias difundieron mensajes irreales o directamente mentiras sobre ellos. Fueron varios los ataques de desinformación de los que fueron objeto los dos candidatos. El resto de los 14 binomios prácticamente pasaron desapercibidos para las campañas sucias.

Otro ingrediente importante en términos de la campaña digital fue la presencia activa de los llamados pseudomedios

Daniel Noboa, por ejemplo, fue víctima de un contenido falso que especificaba supuestas declaraciones suyas donde comentaba que volverían a Ecuador los cortes de energía eléctrica de 3 o 4 horas. El objetivo de este ataque era traer de vuelta al imaginario de la ciudadanía los momentos de la crisis energética de finales de 2024. Por su lado, Luisa González fue atacada bajo la información falsa de que estaría usando en su ropa de deporte símbolos que pertenecen a grupos de delincuencia organizada.

Otro ingrediente importante en términos de la campaña digital fue la presencia activa de los llamados pseudomedios. Plataformas que se presentan como periodismo político, pero que su única función es difundir el 100 % de sus mensajes a favor de un candidato y, a su vez, atacar constantemente a la candidatura rival. Cuentan con equipos de producción profesionales, así como con varios miembros en su equipo. Su forma de financiamiento es directamente dinero por parte de las campañas.

El candidato presidente Daniel Noboa fue quien puso el pulso sobre la Revolución Ciudadana. Dio golpes constantemente, pero lo que más repercusión generó fue invitar a autoridades públicas pertenecientes al correísmo a un almuerzo a propósito de la visita a Ecuador del líder de la oposición venezolana, Edmundo González. Esta acción se ancló en un mal momento que tuvo Luisa González en una entrevista con CNN, donde el periodista Fernando del Rincón la acorraló para que dé una posición oficial con respecto de la situación política en Venezuela, logrando que Luisa González rehúya y toree su respuesta, lo cual le costó muchos votos moderados especialmente. Sin embargo, Daniel Noboa también recibió ataques, en particular por la polémica generada a raíz de su calidad de presidente candidato, se cuestionó de parte de varios sectores políticos el h­echo de que Noboa no pida licencia a la Asamblea Nacional para hacer su campaña. La raíz de esta decisión está en la posición oficial del gobierno de impedir por cualquier medio que la vicepresidenta Verónica Abad, de pública oposición a Daniel Noboa, asuma la presidencia en ese tiempo.

De cara a la segunda vuelta

Con el escenario listo, Daniel Noboa y Luisa González han empezado ya con sus campañas de segunda vuelta. Ella empezó a homogeneizar su campaña, con mensajes más amplios buscando votos moderados. En la primera entrevista que brindó post resultados buscó distanciarse de Rafael Correa diciendo que él responde por él mismo y ella por ella. Este mensaje está diseñado para dos electorados: el de Leonidas Iza y el voto moderado, ya que la figura de Correa es el principal muro que tiene la Revolución Ciudadana al momento de sumar apoyos de las izquierdas, el progresismo o el centro político.

Daniel Noboa, desde las primeras horas después de cerradas las urnas tuvo errores

Por su lado, Daniel Noboa empezó con el pie izquierdo el camino al balotaje. Desde las primeras horas después de cerradas las urnas tuvo errores. El primero fue no ir a saludar a su militancia, que estaba reunida en la sede de ADN, y dejarlos plantados. El motivo principal sería una sensación de derrota en el oficialismo, debido a que los resultados oficiales desmoronaron la campaña del gobierno de que ganarían la reelección en una sola vuelta. Posteriormente, Noboa y el anticorreísmo empezaron a usar el frame de que los votos que logró el correísmo estarían íntimamente relacionados con el narcotráfico. Esta posición aleja el voto moderado indeciso porque termina siendo muy violento el mensaje. Además, en una entrevista insinuó que se habría dado un fraude que lo perjudicó a él y también a varios candidatos para la Asamblea Nacional. Frente a estas declaraciones, la Organización de Estados Americanos, así como la misión de observación de la Unión Europea se manifestaron desmintiéndolo.

Con este panorama, la segunda vuelta en Ecuador se perfila a ser una carrera en extremo cerrada, donde se pelearán los votos uno a uno. La figura determinante se proyecta que sea Leonidas Iza, su porcentaje de votación podría ser dirimente para decidir quién llegará al Palacio de Carondelet. Si bien los votos no son transferibles, el conglomerado de segmentos que constituye el apoyo que obtuvo Iza, confirmado por el voto indígena más el voto ambientalista y LGBTIQ+, tendrían en teoría mayor predisposición para sumarse a la candidatura de Luisa González. Daniel Noboa deberá dedicar sus esfuerzos a completar los puntos que le faltan con aumentar su base de votantes de 18 a 25 años. Su figura joven, así como la de la primera dama Lavinia Valbonesi, son claves en su estrategia de presidente-influencer, que busca conectar con los jóvenes a través de mostrar una faceta totalmente alejada de la política, donde resaltan su vida personal, sus pasatiempos, su familia, entre otros.

Su figura joven, así como la de la primera dama Lavinia Valbonesi, son claves en su estrategia de presidente-influencer, que busca conectar con los jóvenes  La situación en Ecuador hace que, para el balotaje, todos los pronósticos sean reservados, incluso los de las encuestas.

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