En España tenemos dos anomalías, no hay regulación de los Asuntos Públicos ni una formación universitaria adecuada. Ojalá tengamos ambas cuanto antes

Claudia Ortega Chiveli 
@claudia_chvl

Sociólogo, profesor de Ciencia Política, socio de ACOP y colaborador habitual de esta revista, Joan Navarro traslada ahora su dilatada experiencia como socio y vicepresidente de LLYC al ámbito universitario, como director del AP Institute, el primer instituto dedicado al estudio de los Asuntos Públicos (AAPP) y la dirección de gobiernos e instituciones. Este 17 de febrero se celebra su puesta de largo y conversamos con él para que nos cuente el objetivo, espíritu y vocación de este nuevo proyecto.

¿Cómo nace AP institute? ¿Qué necesidades detectáis o queréis cubrir?

La necesidad viene de que España es una anomalía en materia de formación de personas que se dedican a los Asuntos Públicos. No hay oferta universitaria para personas que hacen tareas de gestión política: personal eventual de las administraciones públicas, miembros de gabinetes, técnicos de los partidos, etc. En Europa la formación está muy avanzada, pero en España no tienes un m­áster que te ayude a dedicarte a los Asuntos Públicos, ni a la gestión de gabinetes. Lo único son títulos propios.

Precisamente, las universidades están llenas de títulos o cursos de especialización, ¿hay sitio para todos? ¿No teméis una burbuja?

Lo que hay son cursos pequeños para profesionales, de unos meses, pero no tenemos másteres ejecutivos. Nosotros vamos a hacer formación universitaria con acreditación Aneca.

¿Bebéis de algún modelo académico concreto? ¿Qué os va a diferenciar de otras ofertas formativas?

Hemos mezclado varios modelos y los hemos adaptado a la realidad española. El norteamericano no nos sirve porque la formación se hace en el ámbito del grado universitario, no en los postgrados, o en fundaciones privadas que pertenecen cada una a una ideología. En Europa sí hay escuelas más transversales que surgen de los postgrados porque nuestro modelo universitario y el europeo es el mismo. En Bruselas hay cuatro escuelas que se dedican a la formación de ejecutivos para gobiernos. Nos hemos inspirado más en el modelo de Bruselas y hemos mezclado tres niveles de formación en el mismo instituto: alumnos, directivos públicos y directivos empresariales. Esto es lo que nos hace originales.

Mezclar tres niveles de formación en el mismo instituto: alumnos, directivos públicos y directivos empresariales, es lo que nos hace originales

¿A qué perfil de estudiante va dirigido el Instituto? ¿Sirve la misma receta para la realidad política española que latinoamericana? 

Nosotros arrancamos cubriendo la demanda nacional, que es muy grande. Mis alumnos de ciencia política, cuando quieren orientarse a los Asuntos Públicos, se tienen que especializar en comunicación electoral o política porque no hay una oferta específica, pero los de derecho o economía no quieren irse a comunicación. Por eso, nosotros estamos creando un espacio nuevo en el que hay demanda estudiantil de sobra; un espacio dirigido, por un lado, a actuales directivos de agencias y empresas privadas, pero también para ofrecer consultores a las agencias de Asuntos Públicos, que no encuentran personal cualificado en el mercado.

Y para ello, ¿qué oferta académica vais a ofrecer?

En abril y mayo empezamos con cursos especializados. El primero sobre IA aplicada a los AAPP, pues queremos dar una opción tecnológica importante. El segundo, sobre Smart Regulation, un curso para muy cafeteros. El tercero, un diploma de experto en g­abinetes: s­úper práctico y con mucho networking, muy dirigido a la gente que está o quiere estar en un gabinete político, pues hoy en día no hay ninguna formación que te acredite para estar en uno. Y, finalmente, completaremos la oferta con dos cursos de carácter profesional en los sectores sociosanitario y agroalimentario.

Hablas de Bruselas, epicentro del lobby en Europa. En España, el Gobierno acaba de aprobar el anteproyecto de Ley que regula su actividad. ¿Llegáis en el mejor momento?

En España teníamos dos anomalías: no había regulación ni una formación universitaria adecuada. Antes o después las dos cosas iban a ocurrir y, casualidad o no, las dos están coincidiendo en el tiempo. Propuestas de Ley aprobadas en Consejo de Ministros ha habido muchas; llevar el decreto al Congreso y que se apruebe nos llevará un tiempo, pero ojalá tengamos c­uanto antes oferta formativa por un lado y regulación del lobby, por otro.

¿Qué va a suponer esta Ley para el sector?

Va a normalizar la actividad del sector y le va a quitar la carga de sospecha de actividad ilícita, que no tiene nada que ver con la realidad. Llevamos 15 años normalizando la actividad y espero que el sector, que iba a crecer igualmente por necesidad económica, crezca ahora en un ambiente regulado y con formación profesional.

Los departamentos de AAPP están llenos de periodistas y profesionales de la compol. Si ahora empezáis a tener a personas con formación específica, ¿cómo se van a seguir retroalimentando compol y AAPP?

Van a estar siempre vinculados. Nosotros vamos a esforzarnos en aproximarnos más a economistas y profesionales del derecho. El mercado hoy está lleno de p­ersonas que entienden la dinámica de la comunicación, pero nos faltan buenos abogados y buenos economistas.

Nuestro trabajo es aproximarnos más a las facultades de ciencias políticas, económicas y de derecho para poner en el mercado no solo a periodistas o expertos en campañas electorales, sino en desarrollo regulatorio desde el punto de vista legal o de i­nforme de c­oyuntura económica. Las Comunidades Autónomas tienen asesores parlamentarios y necesitamos que cada ministerio tenga uno, pero ¿dónde formamos a toda esta gente? ¿Dónde se aprende el trámite parlamentario? No te lo enseña nadie y es fundamental.

Vamos a aproximarnos más a economistas y profesionales del derecho

Los partidos políticos tienen una formación de carácter ideológico muy interesante, pero no forman para la gestión de la administración. Y esa no tiene programas específicos de formación para su personal eventual, solo para el laboral.

Nosotros queremos crear un espacio intermedio, que ya existe, entre personas con experiencia en el funcionamiento de la administración y la actividad pública, y personas con experiencia en la dirección de empresas privadas del sector económico relacionadas con lo público y parlamentario. Triangular ese espacio es nuestro objetivo.

Leave a comment