La delegación excesiva de decisiones a la IA puede conducir a deshumanizar la gestión pública
Entrevista a Jorge Iván Bula, director de la Escuela Superior de Administración Pública de Bogotá

El profesor Jorge Iván Bula Escobar es un hombre de academia. Lleva 30 años enseñando, investigando y gestionando conocimiento en las universidades más importantes de Colombia. Es economista, con formación en desarrollo económico y doctor en Sociología. Su apuesta como director nacional de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) es armonizar la formación académica, la investigación y la extensión para entregarle a la sociedad colombiana funcionarios públicos comprometidos con la transformación del país, la construcción de la paz y la consolidación de la democracia.
Para empezar, ¿cuál es la misión de la ESAP y cuál es su incidencia concreta en el fortalecimiento del sector público colombiano?
La misión de la Escuela es formar, investigar y hacer actividades de extensión académica en el campo de la administración pública y el gobierno. Capacitamos a los servidores públicos y a la ciudadanía y asesoramos a las entidades estatales, nacionales y territoriales.
La ESAP tiene una incidencia como ninguna otra entidad pública en Colombia. Ofrecemos programas de pregrado y posgrado en Administración Pública, Economía Pública y Derechos Humanos y tenemos presencia en todo el país, gracias a las 16 direcciones territoriales. Estos programas están diseñados para desarrollar competencias globales en servidores públicos y ciudadanos, así como contribuir a la transformación del Estado y a la justicia social y ambiental.
Además, la Escuela lidera procesos de investigación con enfoques participativos y territoriales y, a través de su Escuela de Alto Gobierno, ofrece programas especializados de inducción, capacitación y acompañamiento a la alta gerencia del Estado.

Pero la ESAP no solo forma a los futuros servidores públicos del país, sino que también actúa como un aliado estratégico del Estado. ¿Cómo se equilibra ese doble rol institucional y qué impacto tiene en el desarrollo territorial?
La ESAP equilibra sus funciones de formación académica y fortalecimiento institucional mediante una integración activa de estudiantes, docentes y servidores públicos en procesos de asistencia técnica y desarrollo de capacidades. Este enfoque, conocido como ‘Escuela Aplicada’, permite que la comunidad académica participe directamente en la transformación del sector público colombiano.
Promovemos la participación de estudiantes, docentes y egresados en los programas de asistencia técnica y capacitación que le ofrecemos a alcaldías, gobernaciones y otras entidades públicas, especialmente en regiones con menor capacidad, en temas como la formulación de políticas públicas, organización y gestión de lo público.
Esta colaboración, que se concreta en prácticas y monitorías, permite que los miembros de la comunidad académica contribuyan al fortalecimiento de la gestión estatal mientras aplican y enriquecen sus conocimientos en escenarios reales.
En un país tan diverso como Colombia, ¿qué ejemplos de buenas prácticas ha identificado la ESAP en su trabajo con comunidades locales y territorios que podrían ser relevantes para otras administraciones públicas de Iberoamérica?
Primero, me gustaría resaltar el ESAPLab, un laboratorio de innovación en administración pública que lidera la creación y adopción de prácticas administrativas, procesos y políticas innovadoras. Su enfoque se centra en el desarrollo de acciones basadas en las 8C: confianza, concurrencia (participación), compromiso, creatividad, colaboración, cooperación, comunicación (transparencia) y cultura de la innovación.

En segundo lugar, la ESAP ha documentado diversas experiencias de investigación que abordan temas como la seguridad alimentaria, la gestión del conocimiento y la innovación pública. Estas investigaciones ofrecen visiones valiosas sobre cómo las administraciones públicas pueden adaptarse y responder a desafíos contemporáneos y sirven como referencia para otras instituciones en Iberoamérica interesadas en mejorar sus prácticas administrativas.
Finalmente, la ESAP ha desarrollado un campus virtual que facilita la educación a distancia, complementado con aulas híbridas que combinan la enseñanza presencial y virtual. Ofrecemos más de 60 cursos y diplomados virtuales gratuitos en áreas clave como gestión del riesgo, derechos humanos, contratación estatal y participación ciudadana, a través de plataformas como Microsoft Teams y Moodle.
La administración pública en nuestra región enfrenta retos complejos: desigualdades, corrupción, falta de confianza, brechas digitales… ¿cómo puede aportar Colombia a esa conversación?
Colombia, a través de la Escuela, ofrece un modelo de administración pública que integra formación ética y lucha contra la corrupción, innovación pedagógica, enfoque territorial y colaboración internacional. Tenemos, por ejemplo, el Curso de Integridad, Transparencia y Lucha contra la Corrupción, realizado en colaboración con el Departamento Administrativo de la Función Pública, que busca sensibilizar a los servidores sobre la importancia de actuar con base en principios éticos y de legalidad.
Hemos liderado procesos de investigación con enfoques étnicos y territoriales. Esto impacta directamente en la calidad de vida de los ciudadanos al proponer soluciones basadas en evidencia.
También participamos escenarios globales para compartir experiencias y conocimientos a través de redes internacionales como el Grupo de Investigación en Gobierno, Administración y Políticas Públicas (GIGAPP), el Centro Latinoamericano para la Administración del Desarrollo (CLAD) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
La automatización de procesos puede llevar a una disminución de habilidades esenciales para la gestión pública, como la escritura, el análisis crítico y la toma de decisiones informadas
La tecnología y, en particular, la Inteligencia Artificial, está redefiniendo la forma en que se diseñan, implementan y evalúan las políticas públicas. ¿Qué oportunidades y riesgos identifica en este proceso desde la perspectiva de la ESAP?
La Inteligencia Artificial puede contribuir a la creación de entornos colaborativos y más personalizados de aprendizaje, al uso de herramientas de redes sociales con fines pedagógicos, al desarrollado de programas de formación en IA. En la ESAP, por ejemplo, se desarrolló el Diplomado en Inteligencia Artificial, Innovación y Políticas Públicas, en colaboración con la Universidad de Caldas. Estos programas buscan capacitar a los servidores públicos en el uso ético y efectivo de la IA en la administración pública.
En contraste, el uso y apropiación de la IA podría generar una pérdida de habilidades fundamentales para la gestión de lo público. La automatización de procesos puede llevar a una disminución de habilidades esenciales para la gestión pública, como la escritura, el análisis crítico y la toma de decisiones informadas.

También hay riesgo en cuanto a la privacidad y protección de datos por la falta de protocolos adecuados. La implementación de IA en la formación de administradores públicos puede exacerbar las brechas digitales existentes y la delegación excesiva de decisiones a sistemas automatizados puede conducir a una deshumanización en la gestión pública, donde se prioricen criterios técnicos sobre consideraciones éticas y sociales.
A finales del 2024, la ESAP fue reconocida por su rol transformador en el sector público, a través de los premios NovaGob en las modalidades Premio a la persona innovadora del año y Premio a la creatividad en la innovación. ¿Qué significado tienen estos reconocimientos y qué experiencias o aprendizajes podrían compartirse con otras escuelas de gobierno?
Fuimos reconocidos por nuestro trabajo en el I y II Congreso Internacional de Innovación en administración pública. Este espacio se está consolidando como un referente nacional en la promoción de nuevas metodologías, tendencias y enfoques de innovación social, en coherencia con nuestra vocación territorial y nuestro compromiso con la construcción de tejido social.
Hay dos experiencias sumamente valiosas que la ESAP puede compartir con el mundo. Primero, nuestro modelo de asistencia técnica territorial ha generado un impacto significativo en la mejora de las capacidades institucionales de las alcaldías municipales; este modelo es referente en el contexto nacional y comparte aprendizajes significativos para países latinoamericanos.
Segundo, el trabajo desarrollado desde el Laboratorio de Innovación Pública de la ESAP, espacio en el cual se materializan nuestras iniciativas innovadoras. Allí convergen saberes locales y ancestrales con nuevas corrientes en Administración Pública y se generan proyectos únicos que responden de manera pertinente a las necesidades de los territorios.
En procesos de innovación pública, la participación ciudadana suele ser clave. ¿Cómo se está integrando esta dimensión en los proyectos que lidera la ESAP, especialmente en escenarios con altos niveles de exclusión o desconfianza institucional?
Nuestra apuesta ha sido generar confianza desde el reconocimiento de saberes diversos y la construcción colectiva de soluciones. Esto implica romper con la lógica tradicional de la innovación, entendida únicamente como incorporación de tecnologías, para dar paso a una noción más amplia, donde la sabiduría de los territorios y las prácticas comunitarias son valoradas como fuentes legítimas de conocimiento.
La innovación pública que promovemos se basa en la escucha activa, la co-creación y la validación social de cada intervención. La ESAP ha entendido que innovar en la administración pública también significa institucionalizar el diálogo intercultural y territorial. En nuestra estrategia de asistencia técnica territorial los procesos se adaptan a las realidades locales para reconocer las narrativas propias del territorio, los saberes autóctonos y las formas comunitarias de organización.
Hemos trabajado con jóvenes, mujeres, pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes en la formulación de proyectos públicos que integran conocimiento técnico con saberes propios.

Innovar en la administración pública también significa institucionalizar el diálogo intercultural y territorial
Si tuviera que imaginar la administración pública colombiana dentro de diez años, ¿qué transformaciones espera ver y qué papel jugará la ESAP?
Dentro de diez años sueño con ver una administración pública colombiana profundamente conectada con los territorios, capaz de dialogar de manera horizontal con la ciudadanía y con instituciones más confiables, abiertas y adaptativas. Una administración que no tema innovar desde la diversidad cultural, que reconozca el valor de los saberes comunitarios y que entienda la gestión pública como una práctica colaborativa de construcción del bien común. La transformación no será solo digital o tecnológica, sino también ética, cultural y pedagógica.
En ese escenario, la ESAP jugará un papel protagónico como plataforma articuladora del conocimiento público y como centro de pensamiento para la innovación estatal, desde una mirada sistémica, capaz de vincular lo local con lo nacional, lo ancestral con lo emergente y lo técnico con lo comunitario. Se fortalecerá, además, como un laboratorio de aprendizaje continuo, en el que las experiencias de los territorios retroalimentan la formación y la investigación.
Es importante destacar que esta transformación del Estado no es solo tarea de las instituciones: hago una invitación muy especial a la ciudadanía en general para que se empodere, se forme, participe y exija ser parte activa de las decisiones públicas.
Hago una invitación muy especial a la ciudadanía para que se empodere, se forme, participe y exija ser parte activa de las decisiones públicas
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