Claudia Ortega Chiveli  

@claudia_chvl

Tras 35 horas de intenso debate y negociación, la Unión Europea cerró el pasado 8 de diciembre un acuerdo histórico para la aprobación de la primera ley de Inteligencia Artificial del mundo. Un hito para Europa, en general, y para España, en particular, que puede considerar esta ley como un éxito más de su presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea. Quizás, uno de los más importantes, porque la ley que tendrá un impacto directo en muchos sectores profesionales. También en el nuestro.

Durante estas semanas se ha hablado mucho de IA generativa, derechos de autor, límites éticos o de la obligación de especificar si un texto, canción o imagen han sido generados mediante Inteligencia Artificial. Todo, cuestiones que afectan al desempeño profesional de consultores, dirigentes políticos, comunicadores y/o periodistas. Pero, en este artículo, queremos ir más allá y poner el foco en un ámbito muy concreto: la fotografía política.

Aquí, la regulación de la IA también genera debate. Por ello, para conocer cuáles son sus posiciones, dudas y distintas visiones de una realidad que ya ha llegado para quedarse, hemos juntado a cuatro de los principales profesionales del sector en España. Cuatro voces autorizadas, testigos directos de muchos de los acontecimientos políticos más relevantes del país en las últimas décadas.

Eduardo Parra

@Edu_Nividhia

Moeh Atitar

@guerraypaz

Borja Sánchez 

@BSancheztrillo

Pedro Ruiz

@PedroRuiz_Photo

Empecemos por el principio del debate. ¿Sois partidarios de utilizar la IA en la fotografía política?

Eduardo Parra: Respuesta corta: no. Respuesta larga: no, con un ‘pero’. El problema de la IA es que le estamos dando un arma muy poderosa a la gente sin explicarle las consecuencias. Hoy, cualquier niño aprende desde pequeño lo que es un cuchillo y lo que puede pasar si se usa sin cabeza, y al final el cuchillo se convierte en una herramienta para el día a día que, de normal, no se va a usar para nada malo. Con la IA le estamos dando pistolas a monos con la esperanza de que no empiecen a disparar a la gente. Si la llegada de la IA hubiera sido gradual y con una explicación clara de lo que no se debe hacer, las cosas serían de otra forma, pero tal y como ha llegado, me quedo en el ‘no’.

Moeh Atitar: Para ser partidario o detractor, deberíamos primero saber a qué nos referimos con el uso de la IA en fotografía política, porque mejorar un retoque por IA no es lo mismo que construir una imagen de cero por IA desde fuera. En todo caso, como en todos los ámbitos, soy partidario de que, si se usa, se obligue a explicar de manera clara e inequívoca qué se ha usado y cómo se ha usado. Ejemplo, una frase acompañando a un cartel electoral: “Este cartel ha sido creado usando IA para hacer tal cosa y tal otra”. Eso haría que el votante estuviera, al menos, prevenido.

Borja Sánchez: El resultado de la aplicación de la IA a la generación de imágenes no debería denominarse fotografía. Esta se define como la captación de una realidad por medio de la luz. Por ello, debe acotarse su definición para no crear confusión a una sociedad invadida por las fake news y la falta de credibilidad de los medios. En segundo lugar, y como periodista, creo que los medios deberían comenzar (ya llegan tarde) a marcar los límites al uso de la IA. Resulta tentador para un editor o director su uso por el ahorro de costes y la espectacularidad de los resultados, pero la fotografía de prensa es la representación de una realidad no manipulada, en el más amplio sentido de la palabra. Por esto, si entendemos la fotografía política como representación fidedigna de aquello ocurrido en el ámbito político, no puedo estar más que en desacuerdo respecto a su uso.

Pedro Ruiz: No, pero con matices. Estamos al principio del uso de la IA en la humanidad. No sabemos muy bien cómo esto afectará a cada profesión, a la manera de trabajar e incluso de vivir. Respecto a la fotografía política y el fotoperiodismo, no creo que la IA tenga cabida a no ser que se utilice para eliminar ciertos detalles de una fotografía que puedan mejorarla, pero sin cambiar, ni crear, la información. Por ejemplo, poder quitar ruido a una fotografía, utilizarla para elementos técnicos que no cambien la información.

¿Cuáles son los principales riesgos de aplicar la IA en la fotografía política?

EP: Abrir la puerta de la IA a la fotografía política en general, incluyendo aquí tanto a la fotografía institucional como periodística, significa abrir la puerta a la manipulación y el engaño. Todos tenemos claros los límites de la manipulación, el problema de la IA es que permite hacer las cosas muy fácilmente. Antes, para alterar una imagen había que saber hacerlo y casi nunca quedaba bien. Hoy puedes quitar el extintor rojo de la pared que llama mucho la atención en el saludo de dos líderes políticos en menos de cinco segundos. El problema es que empiezas por borrar un objeto aparentemente inocuo y cuando te quieres dar cuenta estás poniéndole camisas hawaianas al presidente del Gobierno.

MA: El riesgo está en la tergiversación y manipulación al extremo, dando abono a la desinformación. Es una tecnología que permite mentir más fácilmente.

BS: El principal riesgo es la desaparición del límite entre realidad y ficción, lo que generaría en el lector-espectador una indefensión a la hora de discernir entre verdad y mentira. Esto abocaría a un desprestigio aun mayor de los medios de comunicación y la instauración de una distopía informativa.

PR: El riesgo con la IA es la creación de fake news o directamente la desinformación; generar contenido de forma partidista para el beneplácito de alguien en concreto, para cambiar la forma de pensar de la ciudadanía sobre algo determinado.

La ya exvicepresidenta del Gobierno de España, Nadia Calviño, sorprendió hace unos meses con un selfie de varios ministros en el que aparecían con cara de niños gracias a la IA. Una imagen divertida y amable, pero cada vez son más habituales, en el ámbito político, prácticas que no lo son tanto. ¿Destacarías algún ejemplo en una u otra dirección?

EP: Aceptables, pocos; para hacer el mal, muchos. Desde borrar a una persona u objeto que molesta hasta añadir elementos que pueden cambiar completamente el sentido de la imagen. Olvidamos fácilment­e que la IA generativa, la que hoy está en todos los programas de retoque, lo que hace es inventar. Y si inventa, no es una fotografía política moralmente aceptable porque sería representar algo que no ocurrió. Hoy por hoy, si queremos ser honestos, solo veo aceptable la reducción de ruido electrónico por IA que ofrece Photoshop. Puede que en el futuro se pueda utilizar la IA para automatizar ciertas tareas que hoy hacemos manualmente, como enderezar una foto torcida, borrar una mancha en el sensor o algo de corte similar, pero más allá de eso, una tecnología como la IA generativa, creada para generar situaciones que no sucedieron, choca de frente con el compromiso de veracidad que debe tener la fotografía política.

MA: Los usos que estamos viendo, de momento, son la generación de imágenes desde cero, que se acerca más a la ilustración que a la fotografía política. Además, en muchos casos son muy burdos.

BS: Por ahora, el único uso que está haciendo la prensa es como excusa para abordar la idiosincrasia de la propia IA, explorar esta nueva herramienta como anécdota o como mera ilustración. Un ejemplo sonado fue la portada del periódico El Mundo en abril de 2023, con una imagen de Pablo Iglesias y Yolanda Díaz juntos en un supuesto acto político, algo impensable en aquel momento por las tensiones existentes entre ambos líderes.

PR: Por el momento, el uso de la IA en la fotografía política es inexistente o muy escaso. Al ser sobre todo imágenes creadas de cero, en el mundo de la fotografía política no estaría bien visto su empleo. Otra cosa es la utilización de la IA sobre alguna cuestión técnica de luz o de ruido.

Hablemos de la Ley de IA aprobada recientemente por la Unión Europea. ¿Cómo afectará la regulación a la fotografía política? ¿Crees que cambiará las dinámicas profesionales?

EP: Pienso que no nos va afectar. Primero, porque la nueva ley toca muy tangencialmente los aspectos que nos pueden interesar en el ámbito político, en particular, y el de la IA generativa, en general. Creo que es un primer paso de un camino muy largo, pero de momento entiendo que la Unión Europea se ha centrado en poner límites claros a aspectos ajenos a la fotografía que, siendo sinceros, son mucho más importantes para la sociedad.

MA: El fotógrafo político no tiene que acercarse a la IA para que la generación de imágenes sustituya a la fotografía. La esencia del buen fotógrafo político es su labor documentalista de parte, con unos fines políticos determinados. Pero, como fotógrafo documentalista, tiene que partir de la realidad para trabajar, no de la ‘imaginación artificial’.

BS: No debería afectar si los distintos gabinetes de comunicación comprenden e interiorizan que la distribución en prensa de las imágenes generadas por IA es el principal cauce para el descrédito de su trabajo. Otra cosa sería la diferenciación entre fotoperiodismo y fotografía institucional o de partido; delgada línea roja que los medios no han sabido o no han querido delimitar, invadiendo en muchos casos sus espacios informativos sin la debida mención de autoría. Por su parte, el empleo de esta para publicidad, marketing o como ilustración, sí podría afectar al trabajo de los profesionales en tanto en cuanto su uso no genera la misma polémica y su instauración paulatina podría restarles competencias.

PR: En nuestro caso creo que no. Creo que al fotógrafo político o documentalista no le va a afectar. Se está iniciando un viaje hacia lo inexplorado y primero hay que regular otras cosas antes de llegar a nuestra parcela. La labor de un fotógrafo político/documentalista es la de no intervenir en la realidad de un hecho, así que el empleo de la IA para generar información no se podría utilizar.

¿Puede responder esta ley a los retos que plantea la IA en la fotografía política? ¿Cuáles son?

EP: El principal para mí es la lucha contra las fake news. Esta nueva ley ya habla de la asunción de responsabilidades por parte de aquellos que utilicen la IA para hacer, digámoslo así, cosas malas, pero aún necesita mucho trabajo. Para empezar, hace falta una obligación legal para que cualquier dispositivo capaz de captar y/o manipular imágenes tenga un certificado que permita saber si es una imagen manipulada o no. Eso es lo mínimo, que con un par de clics tú puedas comprobar que una imagen tiene ‘los papeles en regla’ y, si no los tiene, al menos ya puedes dudar. No obstante, todos sabemos que una gran parte de la gente no va a mirar si la imagen es real porque quiere creer que es real, de modo que lo que será necesario también es un régimen sancionador contundente. Igual ahora parece una exageración, pero una imagen manipulada, un vídeo o una foto, pueden acabar con un gobierno.

MA: No creo que esta ley vaya a responder aún a nada de gran calado. Serán los usos que veamos los que obliguen a legislar en determinados sentidos.

PR: Creo que estamos al principio de las regulaciones, pero personalmente creo que de momento esto no va a afectar en nuestro mundo. Otra cosa es que sirva para disuadir o legislar el uso indebido dependiendo de su utilización.

En vuestro caso, ¿esperabais una regulación? ¿La veíais necesaria?

EP: La esperaba. No voy a decir que llega tarde, pero desde luego espero que no se quede aquí. No hay tiempo que perder.

MA: En este momento incipiente de la IA, una regulación mayor habría sido pegarse un tiro en el pie y haber perdido competitividad con China o EEUU.

BS: En el ámbito de los medios de comunicación no considero necesaria, a día de hoy, ninguna regulación al respecto, ya que la deontología de la profesión debería ser la mejor ley posible. Es absolutamente necesario que la propia prensa recuerde y se mantenga firme en el cumplimiento del contrato ético con sus lectores.

PR: Esperaba una regulación y por supuesto que la veo necesaria. Dentro de la profesión existe cierto miedo a que la IA nos sustituya. Creo que esto es un principio de regulación que debe ir a más.

En un mundo globalizado, con campañas electorales en el horizonte tan polarizantes y espectaculares como la de Estados Unidos, ¿tiene sentido una ley solo europea?

EP: Por suerte o por desgracia vivimos en una sociedad que es global para algunas cosas, pero más territorial para otras. A mí me hubiera gustado que hubiera una ley aplicable a nivel mundial, pero también me hubiera gustado la paz en el mundo y soy consciente de que es, por así decirlo, complicado. En cualquier caso, alguien tenía que dar el paso y hay que confiar en que el resto de territorios se unan.

MA: No creo que veamos a corto plazo una regulación global de la IA.

BS: Me remito a la respuesta anterior.

PR: Tendría que ser una ley global. Una ley en la que todos tengamos las mismas reglas del juego. No legislar todo por igual puede sentar precedente en algunas situaciones.

Fake news, ¿fake photos? ¿Es más difícil desmontar una fotografía hecha por IA que una noticia falsa? ¿Cómo educar para enfrentarse a la desinformación y al reto que plantea la IA en este sentido?

EP: Una foto es más fácil de desmontar en el sentido de que ‘solamente’ tienes que demostrar técnicamente que está manipulada. Un rumor o una información falsa es mucho más difícil de desmentir porque: ¿cómo demuestras que yo no he dicho algo que no he dicho? Actualmente, un ojo entrenado distingue una foto IA de una real si se para a escrutarla, el problema de las fotos es que su capacidad para viralizarse es enorme y se expanden mucho más y mejor que una fake news. Al final, tú apagas el incendio, pero el daño ya está hecho.

MA: El problema no es desmontar una fotografía falsa. El problema es que la fotografía falsa (igual que una noticia falsa), si refuerza las creencias políticas, se tiende a difundir, aunque quien la difunda sepa que es falsa. Se antepone la creencia política a la honestidad. Para educar contra la desinformación, deberíamos recuperar el papel esencial del periodismo y los medios de comunicación y a su vez poner en el centro del profesional, sea un consultor o un periodista, la ética y la autorregulación. Y en esto, no soy muy optimista.

BS: La formación en fotografía durante la educación obligatoria debería ser primordial para dar herramientas básicas a la sociedad contra la desinformación, ya que vivimos en un mundo totalmente visual y cada vez resulta más complejo su entendimiento y sus límites. Pero el principal problema de la IA llegará cuando no exista diferencia técnica alguna entre una fotografía y una imagen generada por IA. Por ello, es fundamental recalcar que deberán ser los propios medios de comunicación quienes se ganen a pulso la confianza de los lectores y marquen sin ningún género de duda la frontera entre realidad y ficción.

PR: Los medios de comunicación son los primeros que deben proteger el código deontológico de la profesión, cuidar la información y no fomentar noticias falsas por tener clics. Los garantes de la información deben cuidarla y protegerla. El problema es que diferenciar una noticia falsa va implícito en la educación, tanto general como visual. Nosotros, con nuestras fotografías, tenemos que velar por la noticia, por informar y por contar con objetividad lo que vemos.

¿SON CONOCEDORES LOS LÍDERES POLÍTICOS DE LOS RIESGOS Y EFECTOS DE LA IA? ¿PUEDE AFECTAR A LA RELACIÓN DE CONFIANZA ENTRE POLÍTICO Y FOTÓGRAFO?

EP: Creo que no. Yo he hecho muchas bromas con IA que incluyen a políticos y cuando se las he enseñado se asombran, se ríen, pero poco más. Creo que no son conscientes de lo peligroso que es dar una herramienta tan poderosa a una población general que ni siquiera concibe que lo que puede hacer con ella esté mal. Otro problema es que el político permita a su equipo usarla e incluso que lo fomente. Recordemos que, a menudo, las fotos tomadas por los partidos o por las instituciones acaban publicadas en los medios de comunicación y ahí sí que debe haber un estricto límite que diga ‘no’ a la manipulación, sea con IA o con cualquier otra herramienta.

MA: Son tan conocedores como los ciudadanos a los que representan. Es decir, poco o nada. La IA está empezando y todos los sectores nos tenemos que actualizar y ser conscientes de sus inmensas potencialidades.

BS: No puedo hablar en nombre de ningún líder político, pero la relación, entiendo, debería ser la misma.

PR: Creo que ahora mismo es temprano para hablar de esto. Todos los políticos que conozco no han sido partidarios de engañar con la fotografía. Es más, aunque una fotografía sea real, ante la duda que puede generar en el público, son partidarios de no usarlas. Así que pensar en la utilización de la IA lo veo algo lejano.

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