El camino hacia los derechos humanos de uno de los países con más esclavitud del mundo
Por Ignacio Gómez, @ignaciogomez81, Consultor y profesor de Políticas Públicas.
Mauritania es uno de los últimos países en el mundo donde la esclavitud es una realidad y es considerado, de acuerdo con la organización Walk Free Foundation y su Global Slavery Index, como el sexto país con mayor esclavitud en el mundo, con más de 90000 personas viviendo en esta situación. En este país, miles de personas pueden ser vendidas, empeñadas, regaladas y obligadas a trabajar sin descanso. Sin contar que no tienen derecho a la educación ni derecho a una identificación oficial.
Las mujeres sufren vejaciones y violaciones. En las zonas rurales, familias enteras son confinadas al trabajo forzado para cultivar las tierras de sus dueños. Amnistía Internacional considera que la esclavitud en Mauritania afecta a más de 43000 personas. A pesar de esto, el Gobierno actual continúa negando que la esclavitud exista en Mauritania y con este pretexto, prohíbe las misiones diplomáticas y la participación de ONG procedentes de todo el mundo que buscan denunciar esta horrible práctica.
Las autoridades de Mauritania son un ejemplo vergonzoso para el mundo en temas de derechos humanos. Fue el último país de África en abolir la esclavitud (1981) y en 2007 se consideró acto criminal tener propiedad sobre otro ser humano. Sin embargo, a pesar de estas leyes, la esclavitud y el trabajo forzado persisten en la nación africana como una práctica de facto y reprimen a las personas que luchan contra ella, como lo declaró el director de la Oficina Regional para África del Oeste y África Central de Amnistía Internacional, Alioune Tine.
Biram Dah Abeid
“…cuando tenía 10 años, un esclavo vino a mi casa, hambriento y cansado, a pedir de comer y mi madre le ofreció comida y agua. Posteriormente, este esclavo se fue a dormir y después de un tiempo, su amo vino a mi casa a buscarlo. Cuando lo encontró, empezó a golpearlo fuertemente enfrente de todos. Este esclavo nunca se defendió y siguió al amo sin quejarse. Entonces yo le pregunte a mi madre por qué si el esclavo era más grande y fuerte que su amo no se defendía. Mi madre me respondió que no se defendía porque tenía cadenas, no físicas sino mentales, cadenas religiosas e ideológicas. Son los hombres y jefes religiosos que representan a Dios los que permiten y toleran la esclavitud diciendo que es una orden de Dios y que si no obedecen, entonces Dios los va a quemar en el infierno, en el inframundo. Los esclavos sin educación tienen miedo de Dios”.
Así comienza la historia de Biram Dah Abeid, uno de los luchadores sociales más reconocidos del mundo. Biram es hijo de un esclavo liberado, lo que le motivó a realizar su tesis acerca de la esclavitud, una práctica en teoría prohibida en Mauritania, pero todavía permitida. Es licenciado en Historia y Derecho por la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar y fue el primero de su familia en tener acceso a la educación.
Conocido como el Mandela de Mauritania y Premio Internacional de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) en 2013, es un líder carismático y de inmenso prestigio nacional e internacional que ha dedicado su vida a luchar contra la esclavitud y a mejorar la vida de la gente en Mauritania a través de su Movimiento Abolicionista (IRA) que fundó en 2008.
Esta organización ha sido bloqueada sistemáticamente por el Gobierno impidiendo a sus miembros manifestarse pacíficamente, los han encarcelado, torturando y denigrado socialmente, incluso han sido amenazados de muerte. Sin embargo, y a pesar de estas amenazas, Biram Dah Abeid sigue firme en su lucha para recuperar el Estado de Derecho a su país y la liberación de los últimos esclavos de Mauritania.
Sin embargo, la lucha y persistencia tienen su recompensa, ya que este movimiento abolicionista (IRA) ha sido reconocido oficialmente por las autoridades mauritanas como una organización de derechos humanos en Mauritania. Un gran y esperado logro, no solo por parte de Biram, sino por todas las organizaciones que han luchado contra la esclavitud y en pro de los Derechos Humanos en África y en el mundo.
En una conferencia de prensa el pasado 3 de enero, Biram comento que el reconocimiento de su movimiento abolicionista (IRA) es el mayor logro en Mauritania desde 1978 y agregó que constituye el evento más importante de la comunidad internacional para la defensa de los derechos humanos.
Este movimiento se ha identificado a sí mismo como un movimiento de derechos humanos que exige la igualdad de derechos para los haratines. Para Biram, el 2024 es el momento de preparar la renovación del país a través de un movimiento que probó su integridad por el enorme sacrificio que ha hecho en pro de los Derechos Humanos. También es el momento de restablecer un Estado de Derecho donde las leyes serán las mismas para todos, donde cada ciudadano tendrá la garantía que sus Derechos Humanos serán respetados y donde podrá participar en la construcción de una Mauritania libre.
La diplomacia mercantil
A lo largo de la historia han existido tres tipos de esclavitud, la esclavitud trasatlántica, la esclavitud de los negros en el mundo árabe musulmán y la esclavitud entre los propios negros; no hay una peor que otra, las tres fueron y son lamentables. Sin embargo, la esclavitud negra en el mundo árabe musulmán es preocupante ya que sigue vigente y es escondida por los países árabes y tolerada por la mayoría de los Gobiernos occidentales que practican una dudosa diplomacia mercantil. Como Francia, España y la Unión Europea en general, que permiten y toleran el régimen actual por servir a sus intereses.
En Mauritania, en pleno siglo XXI, todavía existen personas que nacen, viven y mueren esclavas, todavía existen comunidades donde, después de muchas generaciones, se transmite el estatus de esclavos de padres a hijos.
En Mauritania, en pleno siglo XXI, todavía existen personas que heredan casas, coches, terrenos y esclavos. Asimismo, cuando una mujer se casa, también puede recibir esclavos como regalo de bodas y cuando esta mujer muere, sus esclavos pasan a ser propiedad de sus hijos y así la cadena continua.
En Mauritania, en pleno sigo XXI, todavía existe un código, un papel, un libro sagrado que permite a los amos utilizar a sus esclavas como objeto sexual, sin importar la edad ni estado de salud. Por eso, la vida diaria de las esclavas es sinónimo de violencia y violaciones por parte del amo, del hijo del amo, del amigo del amo, del chofer del amo, etc., y esto no es considerado como un delito ni molesta a nadie en aquel país.
Mauritania 2024
Al inverso, Biram se compromete por el advenimiento de una nueva Mauritania, libre de todas las prácticas arcaicas, y sobre todo, a erradicar la esclavitud. ‘El pacto del renacimiento’, como él suele referirse a su proyecto de Gobierno, es un proyecto democrático para que todos los mauritanos puedan vivir en armonía bajo un auténtico Estado de Derecho, donde Biram promete sentar las bases de una nueva República en caso de alcanzar la victoria en las elecciones presidenciales de 2024.
El Pacto del Renacimiento se realizará basándose en un código de derecho universal por encima de cualquier excepción, aunque esta excepción este justificada por la historia o la religion y se tendrá una separación real del ejército, de la iglesia y del Gobierno a través de un compromiso entre los tres actores. Un pacto definitivo que fije los límites de la intrusión del ejército y la iglesia en la dirección de los asuntos del Gobierno y de todos los ciudadanos de Mauritania, una Mauritania donde todos sus ciudadanos seran libres.
Para Biram, ahora es el momento de preparar la renovación del país a través de un movimiento que probó su integridad por el enorme sacrificio que ha hecho en pro de los Derechos Humanos, y también es el momento de restablecer un Estado de Derecho donde las leyes serán las mismas para todos, dónde cada ciudadano tendrá la garantía que sus Derechos Humanos serán respetados y donde podrá participar en la construcción de una Mauritania libre.
Elecciones presidenciales en Mauritania 2024
Biram se presentará a las elecciones presidenciales de 2024, cobijado por la oposición y con una nueva narrativa económica y social para Mauritania y su gente. La sistemática denuncia de Biram sobre las condiciones de esclavitud y apartheid a la que es sometida la mayoría negra por parte de la minoría árabe del país, le ha valido la persecución del régimen del ex general golpista Mohamed Ould Abdel Aziz.
El apoyo popular a su lucha pacífica obligó al Gobierno de Mauritania a encarcelarlo el 7 de agosto 2018 con el fin de deslegitimarlo y proteger a los dueños de esclavos que siguen en el poder. A pesar de ser encarcelado, Biram fue elegido diputado a la Asamblea Nacional mauritana el 15 de septiembre 2018.
La campaña presidencial de Biram es compleja y tiene varias instancias: una campaña de concientización internacional sobre la esclavitud y el apartheid de facto que existe en Mauritania, una sensibilización sobre la necesidad de que Mauritania alcance reglas de juego y garantías aceptables para la elección de 2024. La abolición definitiva de la esclavitud y la democracia tienen un mismo destino en Mauritania, Biram Dah Abeid.
Lo que suceda en 2024 también va a afectar de manera muy importante la región. Si Mauritania se democratiza y resuelve su agenda de derechos humanos, será un partenaire económico y político aceptable y digno para el mundo. Si los asuntos en ese país toman un peor camino, va a ser un partenaire inaceptable, con una situación atroz de derechos humanos, con una situación inestable que puede desembocar en situaciones políticas muy peligrosas.
El camino de Biram Dah Abeid lleva a la democracia, al fin de la esclavitud y del apartheid de facto que hoy impera, a la estabilidad y a la integración de Mauritania al mundo y a una apertura a Europa. La continuación del camino de Mohamed Abdel Aziz significa la profundización de un régimen autoritario, con una realidad de derechos humanos impresentable al mundo y el peligro de que el extremismo islámico ocupe nuevos y decisivos espacios.
Cronología de los Premios Internacionales de Biram Dah Abeid
2011:
- Premio de Derechos Humanos de la Ciudad de Weimar.
2013:
- Premio de las Naciones Unidas de Derechos Humanos.
- Premio Front Line Defenders.
2014:
- Premio Ecos de África de la Ciudad de Filadelfia.
- 100 intelectuales más importantes del mundo (Foreign Policy).
- 15 defensores de Derechos Humanos que marcaron el año.
2015:
- Tulipán de Derechos Humanos (Países Bajos).
2016:
- Premio Lawson James (USA).
- Premio de los héroes contra la esclavitud y la trata de personas (USA).
2019:
- Doctor Honoris Causa en la Universidad de Lovaina, Bélgica.
2020:
- “Prix du Courage” en la Cumbre de Ginebra por los Derechos Humanos y la Democracia.
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