Gerard Álvarez

Vocal de Formación y Análisis de Equipo Europa

Carlota Pombar

Coordinadora de Formación de Equipo Europa

“El futuro de la Unión Europea solo podemos escogerlo nosotros. Me he dado cuenta de que mi voz sí importa”, nos comentaba recientemente una joven española de 15 años. Esta reflexión refleja una verdad poderosa: la capacidad de influir en el rumbo de Europa está en manos de todos, en las de los jóvenes también.

La toma de conciencia de esta joven no ha sido una simple casualidad. A ella le han llegado iniciativas europeístas en las que la participación juvenil no solo se valora, sino que se demanda. Es en ese momento cuando se hace esencial la existencia de un canal que comunique la UE y donde surgen iniciativas que comunican y educan en europeísmo desde muy jóvenes.

Existen programas como Erasmus Plus o los cuerpos de voluntariado, que son una forma más de comunicar el proyecto europeo y, por qué no decirlo, de disfrutar de nuevas experiencias, pero estas iniciativas llegan a la juventud demasiado tarde, una vez pasada la adolescencia o incluso la etapa de Bachillerato. Pertenecemos a una generación que apenas recibió formación temprana sobre la UE: cómo funciona, cómo participar en ella o qué beneficios nos aporta. Solo unos pocos pueden decir que recibieron charlas sobre Europa en el instituto o el colegio. Y lo sabemos porque nosotros somos un ejemplo de ello. Sin embargo, queremos que este discurso cambie. Porque si nosotros, que hemos conocido la UE a los veinte años, nos hemos interesado y creemos que tenemos mucho que aportar, no podemos ni siquiera imaginar el impacto que tendría una juventud consciente desde edades más tempranas.

No podemos esperar a que los jóvenes entren en la universidad, en un grado medio de FP o en el mercado laboral para que escuchen informaciones sobre la UE por primera vez. La falta de estos checks en el proceso formativo puede conllevar la creación de un caldo de cultivo de desinformación en el momento de madurez política.

Si queremos una juventud crítica y que crea en la existencia de la UE, es crucial establecer un diálogo abierto con ella y proporcionarle una comprensión completa del panorama local, autonómico, nacional, europeo y global. Esta comunicación debe ser sencilla y clara, pues los jóvenes también se enfrentan a jornadas de ocho horas de trabajo o estudio, quehaceres diarios, cuestiones personales, etc. Estar informados no debería suponer una carga adicional.

Los jóvenes deben tomar conciencia de que la UE es algo propio y lo que en ella se decide tiene un impacto directo en su vida cotidiana, desde sus prácticas remuneradas hasta la posibilidad de viajar gratis en Interrail por toda Europa con 18 años o de acceder a financiación para proyectos. Los jóvenes no deberían esperar a cruzar fronteras o a sentir la ausencia de una moneda común, cuando están lejos del continente, para valorar las ventajas y facilidades que nos aporta la UE. Por supuesto, tampoco deberían esperar para expresar sus opiniones sobre cómo mejorarla. Se trata no solo de estar, sino de ser. Ser una juventud que aspira a más.

Para combatir la desinformación y empoderar su voz, entidades como Equipo Europa hemos apostado por iniciativas como Europa en el Aula, en colaboración con la Oficina del Parlamento Europeo en España, a la que cualquier centro educativo puede unirse. ¿En qué consiste? Socios de Equipo Europa visitan escuelas de toda España para ofrecer charlas informativas gratuitas sobre la Unión Europea, su funcionamiento y las oportunidades que brinda. Además, buscamos promover la expansión de la asignatura sobre la Unión Europea, gracias a la cual estudiantes de entre 14 a 18 años dan sus primeros pasos en el mundo europeo.

Otra iniciativa que está acercando la UE a los jóvenes es la Olimpiada sobre la Unión Europea, en la que participan 100 centros educativos y más de 500 jóvenes de doce Comunidades Autónomas de toda España. En ella, participantes de entre 15 y 16 años deben escribir un ensayo reflexionando sobre la importancia de participar en las elecciones europeas y la relevancia de una ciudadanía activa y comprometida.  A la espera de conocer los resultados, podemos anticipar con certeza que los jóvenes tienen claro que es imprescindible ejercer el voto el 9 de junio.

Aspiramos a que la Unión Europea se mantenga presente de manera constante en la mente de los jóvenes, independientemente de la c­elebración o no de elecciones. Para ello, es esencial llegar a la juventud de todas las formas posibles: ferias de oportunidades centradas en la UE para que los jóvenes sepan sus posibilidades, viajes a las sedes de las instituciones europeas para que puedan entender su funcionamiento de cerca, traer personal de estas instituciones a los centros educativos y capacitar a los profesores para que puedan transmitir eficazmente el conocimiento sobre la UE a las g­eneraciones venideras, etc. No hay mejor manera de comunicar que viviendo y tocando Europa.

Nosotros, jóvenes, entendemos plenamente el potencial que tenemos. Tan solo requerimos un ambiente propicio que nos brinde la oportunidad de desarrollarlo plenamente. En España podemos potenciar el interés de los jóvenes por una Europa que les pertenece. Es hora de hablar de juventud, es hora de hablar de Europa.

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