Marc Cardelús

@cardelusarquitectura

Arquitecto especializado en comunicación política

Directora de La Revista de ACOP

Desde el inicio de las democracias, los políticos han lan­zado campañas llenas de promesas sobre un futuro mejor. ¿De qué forma la tecnología puede ayudar a transmitir esas iniciativas al votante?

Seguro que todos recordamos promesas políticas relacionadas con la arquitectura y el urbanismo de nuestras ciudades. Nuevos hospitales, colegios, avenidas… Sin embargo, en muchos casos, este contenido prácticamente no está estudiado y provoca que más tarde los políticos sean acusados de mentir. El avance de la tecnología permite usar estrategias innovadoras de comunicación con las que explicar con todo detalle este tipo de propuestas, que hasta ahora quedaban en segundo plano. Estamos hablando de los vídeos 3D aplicados al marketing político. Este tipo de vídeos permiten ilustrar exactamente cómo va a ser cualquier clase de edificio en la ciudad donde se presenta el político.

Esto es posible gracias a un trabajo previo, en la que arquitectos analizan las parcelas disponibles del municipio y todos sus condicionantes, para posteriormente grabarlas con un dron. Estas filmaciones permiten solapar modelos tridimensionales para que los ciudadanos puedan ver con total realidad como va a ser su ciudad en el futuro. Por lo tanto, una propuesta que antes se explicaba por escrito en un extenso programa, ahora se canaliza mediante vídeos 3D adaptados a redes sociales con posibilidad de viralizarse.

El cerebro retiene el 80% de lo que vemos y solo el 20% de lo que leemos, en consecuencia, esta estrategia en fundamental para lograr vender un programa electoral en un mundo donde el teléfono móvil y las redes sociales cada vez tienen un mayor protagonismo. Esta estrategia no pretende modificar las propuestas programáticas de cada partido, sino traducirlas para que lleguen al votante. De nada sirven las grandes ideas si nadie las conoce. El fondo es importante, pero la forma es determinante.

Por otro lado, esta tecnología no solo permite crear videos sobre las propuestas, sino que es adaptable a múltiples formatos. Por ejemplo, mediante gafas de realidad virtual, estas gafas se pueden ubicar en las carpas electorales y los votantes pueden ponérselas para ver cómo va a ser el futuro de sus calles en primera persona. Además, también existen gafas de cartón que se pueden regalar junto con un código QR. Esta forma de vender es totalmente nueva, y genera una gran popularidad y éxito en medios.

Otra de las ventajas es la generación de una página web con un plano de la ciudad, donde se ubiquen todas las propuestas del partido, y se pueda clicar sobre ellas para obtener más información. Todas estas herramientas permiten desarrollar campañas que llegan a la población de manera efectiva y que se alejan de la retórica vacía; brindan credibilidad al político al abordar asuntos concretos y bien fundamentados.

Es importante destacar el impacto emocional de este contenido en el receptor, ya que las personas sienten emoción al ver cómo será su ciudad en el futuro. Esta sensación es fundamental en el proceso de persuasión, ya que genera un recuerdo duradero. Además, estos mensajes no son genéricos, sino que se presentan de manera segmentada en cada barrio o grupo de edad, de modo que el votante se sienta identificado y perciba que alguien se dirige a él de manera directa. Esto transmite la idea de que el político está escuchando y comprende cómo abordar sus necesidades.

Las campañas son procesos de venta de productos y el mensaje debe hablar siempre de los beneficios del resultado de comprar ese artículo. Este tipo de contenido muestra, por lo tanto, las ventajas de votar a ese partido; que no le habla con un eslogan, sino que le muestra cómo podrá disfrutar de mejores servicios en su barrio. El secreto no es hablar de un complejo deportivo de 5000 m2, sino decirle al ciudadano que después de trabajar podrá ir a bañarse a la piscina con su hijo.

La credibilidad es la mejor arma de un político, por lo tanto, sus estrategias tienen que estar alineadas con este valor, la gente debe creer lo que promete y para ello disponer de estrategias innovadoras al servicio del mensaje político metodología efectiva para lograrlo.

En la política, como en la vida, no gana quien más promete, sino quien logra hacer creer que cumplirá esas promesas.

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