Por Sandra Pallarés, @SandraPallares_,

Consultora en comunicación y doctoranda en la Universidad de Zaragoza

El ascenso de partidos de la familia de la ultraderecha durante la última década ha estado asociado a la consolidación de las redes sociales como nuevas vías de comunicación. Trump en Estados Unidos, Marine Le Pen en Francia, Viktor Orbán en Hungría o Santiago Abascal en España son claros ejemplos de esa irrupción de la ultraderecha a nivel internacional. Estos partidos, caracterizados por un discurso antiestablishment, antiinmigración y focalizado en la defensa de la identidad nacional, encuentran en el entorno online un escenario idóneo para difundir sus ideas, esquivando la intermediación de los periodistas y conectando de forma directa con la ciudadanía.

Cabe señalar que existe cierto debate en la comunidad académica a la hora de definir a estos partidos, identificándose diversas etiquetas para nombrar a estas organizaciones, como ultraderecha, extrema derecha o derecha radical. Tomando como referencia a Mudde (2007), la definición más precisa sería la de populist radical right parties. Este autor identifica a estas formaciones como organizaciones caracterizadas por el nativismo, el autoritarismo y el populismo y niega su consideración como partidos de extrema derecha por no ser antidemocráticos, si bien son contrarios a ciertos aspectos de la democracia liberal.

Partiendo de esa consideración como partidos de derecha radical populista, se observa cómo la irrupción de las redes sociales y su afianzamiento como vías alternativas a los tradicionales mass media ha impulsado el crecimiento de estas formaciones. El entorno online ha provocado la normalización de esos discursos polarizados y contrarios a las minorías y ha favorecido la humanización de unos políticos que difícilmente hubieran conseguido acercar su imagen a la ciudadanía en otra clase de medios.

Sin embargo, aunque estas formaciones se caractericen por un uso intensivo de las redes sociales para difundir esa retórica maniqueísta que divide a la sociedad en dos grupos antagónicos, no se trata de un fenómeno homogéneo en todos los países ya que cada candidato y partido adopta un estilo propio. Para identificar distintos enfoques en el uso de las redes sociales por parte de estos líderes de la familia de la ultraderecha, se analizan los discursos de tres políticos cuya comunicación digital fue clave para el crecimiento de sus formaciones: los casos de España, Italia y Perú. El estudio se realiza en el periodo correspondiente a la última campaña electoral: 10 de noviembre de 2019 (España), 4 de marzo de 2018 (Italia) y 6 de junio de 2021 (Perú).

Santiago Abascal, líder de VOX, ejemplifica el uso de las redes sociales como canal para la construcción de la figura característica del líder populista: una imagen heroica que ensalza al político ante una ciudadanía que le aclama y vitorea. Son habituales las imágenes y los vídeos que presentan un tono épico con banderas de España ondeando. Además, sobresale un liderazgo basado en la defensa de la patria y el nacionalismo español, dado el papel clave que adquiere la bandera de España como elemento homogeneizador del pueblo bajo la misma identidad y tradición.

Por su parte, Salvini, candidato de la Lega, combina un doble enfoque en su estrategia en redes sociales, ejemplo de la dicotomía estadista/populista (Quevedo-Redondo, 2020). Utiliza su comunicación digital para humanizar su figura y presentar una imagen cercana y espontánea, centrándose en hacer partícipes a los usuarios de su día a día como político e incluso mostrando su entorno privado. Al mismo tiempo, combina estas publicaciones con mensajes más centrados en su faceta profesional, que buscan proyectar su imagen como líder político y futuro primer ministro, y con un discurso antiinmigración y nativista a través del eslogan de campaña ‘prima gli italiani’.

Como máximo exponente de la utilización de las redes sociales como herramienta para la humanización y la espectacularización se encuentra Fujimori, candidata de Fuerza Popular. Con presencia en distintas plataformas, sobresale el uso de TikTok como canal de comunicación orientado a la moderación de su figura. La política peruana basa su estrategia en la red social en contenidos que buscan romper con una imagen asociada al autoritarismo y la corrupción. Muestra su entorno íntimo y privado y se suma a formatos virales en la plataforma, contribuyendo a la espectacularización de la política y, como consecuencia, a la simplificación del discurso político. 

Analizar el estilo comunicativo de los líderes de estas formaciones, que forman parte del rápido ascenso de la familia de la ultraderecha a nivel internacional, permite identificar de qué forma están aprovechando las redes sociales para construir su discurso, trabajar su liderazgo y conectar con una parte del electorado.

*Este análisis forma parte de la investigación que se ha desarrollado gracias a la I Edición del Premio Cátedra Ideograma-UPF.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Mudde, C. (2007). Populist radical right parties in Europe. New York: Cambridge University Press. https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037 Quevedo-Redondo, R. (2020). “Dicotomías que operan en la transformación de los gobernantes en estrella”. En: Pont-Sorribes, C.; Gutiérrez-Rubí, A. (eds.). Instagram en la estrategia de construcción de liderazgo político (pp. 119-140). Barcelona: Editorial Gedisa. ISBN: 978 84 18193354

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