Por  Ignacio Martín Granados

Es conocido que el Gobierno estadounidense ha utilizado Hollywood como instrumento al servicio de los intereses de su política exterior prestando las tramas de sus películas para retratar su visión de la geopolítica mundial y extender de forma propagandística los estereotipos de los países contrarios a su visión del mundo.

E incluso, en plena Guerra Fría, empleó a Duke Ellington, Louis Arms­trong, Miles Davis y otros gigantes del jazz como embajadores culturales con fines políticos. De mediados de los cincuenta a fines de los setenta la diplomacia estadounidense decidió enviar a los maestros del jazz a los cuatro puntos cardinales que entonces contaban en términos de seducción ideológica (el Islam, Latinoamérica, África Subsahariana y el Bloque Soviético) para cautivar a sus enemigos presentando el jazz como la cara amable de la cultura norteamericana y sinónimo de li­bertad.

Ahora, la Administración estadounidense vuelve a recurrir a la música con fines políticos. ‘La Bestia’ es el nuevo tema musical financiado por la Agencia de Protección Fronteriza (Customs and Border Protection, CBP) con el objetivo de combatir la inmigración ilegal y disuadir a migrantes centroamericanos de los constantes peligros del trayecto del tren que surca la frontera norte de México y sur de Texas. Así, la canción puede escucharse repetidamente en 21 estaciones radiofónicas de los países que más migrantes aportan a este convoy (Honduras, El Salvador y Guatemala) y la millonaria campaña se complemente con vallas y anuncios de televisión.

En sólo nueve meses casi 60.000 niños intentaron cruzar la frontera en los trenes cargados de personas a los que se conoce como “La Bestia” por su peligrosidad (riesgo de robo, secuestro, violación y asesinato). El corrido –balada al estilo mexicano e instrumentación caribeña que narra las hazañas de forajidos y rebeldes- incluye mensajes subliminales dirigidos a los migrantes para asustarlos y frenar la ola migratoria que se ha desatado en los últimos años ha sido todo un éxito en estos países que desconocen que se trata de una campaña financiada por Estados Unidos.

«La Bestia» no es la primera canción encargado por la CBP, pero es la única escrita específicamente para una audiencia centroamericana. En 2004 lanzó su primera campaña de mensajes en México denominada «No Más Cruces en la Frontera», refiriéndose tanto al intento de paso de la frontera como a las cruces en las tumbas. El objetivo en esta ocasión era crear conciencia de los peligros del desierto de Sonora, donde cientos de inmigrantes mueren cada año. Parte de esa campaña incluyó la distribución de un CD de cinco canciones sobre los riesgos que implica cruzar la frontera a las estaciones de radio en todo México.

Letra ‘La Bestia’

Migrantes de todas partes
se atrincheran entre los rieles
muy lejos de donde de vienen
más lejos den a donde van,
esperan el temblar de la tierra,
el chillido de las ruedas
aparece tras la montaña
la amenazadora serpiente de acero
son sus escamas,
de acero también es su vientre.

La Bestia del Sur le llaman,
al maldito tren la muerte
con el diablo en la caldera ruge
y se retuerce.

[Voz de mujer]
Que hoy sea más fácil que nuestros hijos consigan papeles en el norte es falso, que los estamos haciendo presa fácil de los coyotes, la bestia y el río es cierto, ellos son nuestro futuro, protejámoslos.

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