Por María Becerril @mariabecerril Periodista y consultora de comunicación. Consejo directivo de ACOP
La Asociación de Comunicación Política (ACOP) que preside Verónica Fumanal, organizó un encuentro en el Congreso de los Diputados, bajo el título ‘El nuevo ciclo político es femenino’, en el que participaron la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, y las diputadas Adriana Lastra (PSOE), Edurne Uriarte (PP), Melisa Rodríguez (C’s) y Noelia Vera (Podemos). Allí se abordaron temas como el techo de cristal, si existe un liderazgo masculino y femenino y qué retos hay por delante en la próxima legislatura, entre otros temas.
Abrió la sesión Batet, quien señaló que el debate sobre la igualdad “ha llegado para quedarse” y que el objetivo es que las conquistas “sean reales y duraderas”. En este sentido, afirmó que aún queda mucho por hacer pues, si bien el Congreso de los Diputados tiene ahora más diputadas que nunca (el 47 %), el cumplimiento efectivo de los artículos 9 y 14 de la Constitución Española sigue siendo una asignatura pendiente, igual que lograr la conciliación y la corresponsabilidad.
En su opinión, “cuando hay una discriminación, una desigualdad, este hecho debería ofender igual a un hombre que a un mujer. Cuando se expulsa a una mujer de cualquier ámbito de decisión se echa por la borda la mitad del talento, de la iniciativa, de la inteligencia que tenemos como sociedad”.
Batet defendió la política como herramienta de conexión entre la sociedad civil y las instituciones y señaló que “cuando se critica la política, se obvia que es en este terreno donde se producen algunos de los avances más importantes”. En este sentido, destacó que “la política no es referente en muchas cosas buenas, pero en igualdad sí somos un poquito más referente”.
A continuación se dio paso a un turno de intervenciones de las diputadas, a quienes Fumanal preguntó si la política es una estructura masculina donde la mujer es una invitada con techo de cristal.
Adriana Lastra señaló que “la sociedad, lamentablemente, es una estructura patriarcal y machista, y la política también, y las mujeres han sufrido la desigualdad de las estructuras de poder que son los partidos políticos”. Lastra apostó por “un liderazgo feminista, no femenino”, y recordó las palabras de Michel Bachelet que decía que cuando una mujer entra en política cambia la mujer, pero cuando entramos muchas mujeres, cambia la política, y eso, según dijo la diputada, es lo importante.
También afirmó que no se puede hablar de techos de cristal sin hablar de “suelos pegajosos”, en referencia a las actividades que se le adjudican a la mujer con la tareas del hogar o el cuidado de los hijos y mayores, y lamentó que atributos que son positivos para el hombre, como la ambición, tengan un matiz negativo cuando se atribuyen a una mujer.
Lastra aseguró que, mientras que “al hombre se le ataca en lo político, a la mujer se le ataca en lo personal, porque entienden que no tenemos derecho a estar aquí, que estamos de prestado, porque consideran que nuestro ámbito es lo privado, es el hogar”.
Enlazando con este sentimiento, Melisa Rodríguez dijo no tener que pedir permiso ni dar las gracias por ser diputada, pues así lo han querido los ciudadanos, y admitió haber sufrido comportamientos machistas.
En este sentido, apeló a la responsabilidad de las mujeres para no aceptar situaciones machistas y lamentó que palabras como ambición, firmeza o persistencia se consideren atributos negativos en el caso de las mujeres y se vea como una virtud en los hombres. Asimismo, hizo un llamamiento a desarrollar la inteligencia emocional en política porque, según dijo “hay mucha visceralidad”.
Una necesidad de cambiar los patrones de comportamiento que también defendió la diputada Noelia Vera, quien aseguró que el liderazgo “es un traje hecho a medida del hombre” y coincidió con sus compañeras en que el Congreso de los Diputados está masculinizado. “Hay un paternalismo por el hecho de que somos mujeres y jóvenes y parece que hay que justificarse todo el rato”.
Vera hizo un llamamiento a ejercer un liderazgo feminista “que rompa con la lógica de la competitividad y apueste por una escucha activa, con independencia de que quien ejerza el liderazgo sea hombre o mujer”.
Por su parte, Edurne Uriarte incidió en que el poder, en la mayoría de los espacios, sigue siendo de los hombres y puso como ejemplo España donde, a pesar de ser uno de los países más igualitarios, el poder sigue siendo masculino, y “los líderes de los partidos políticos son hombres, y esto no es casualidad”.
En relación al el techo de cristal aseguró, “existe, y hace daño”, y recordó que quien está en el poder tiene a elegir a sus iguales y, por ello, tradicionalmente, los hombres han elegido a otros hombres porque tienden a confiar más en ellos. Uriarte se mostró pesimista sobre un cambio a corto plazo: “Hay valores sociales que cambian muy lentamente y esos valores sociales nos perjudican”.
Fueron muchos los puntos de encuentro entre las diputadas de los cuatro grupos parlamentarios en un tema que, a la vista del lleno absoluto de la sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados, despierta el interés de los ciudadanos.
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