Lorena Santos, @lorenasantos_es, Doctoranda en Ciencias Políticas- UCM. Escritora y Consultora de Liderazgo Político basado en Mindfulness.

Mindfulness significa prestar atención al presente, sin juzgar, aprendiendo a relacionarse con uno mismo y con los demás desde la compasión. Es una práctica esencial para el ejercicio de la política pues implica un cambio en el modo en como los líderes políticos gestionan las emociones, reacciones y el estrés propio de la actividad política, así como el modo de relacionarse y comunicarse públicamente.

Practicar mindfulness facilita la conexión con otros, básicamente porque con la práctica de la atención plena se escucha con mayor atención a los demás, lo cual permite un cambio significativo en el modo de comunicarse, habilidades esenciales para ejercer un liderazgo político exitoso.

Cuando un líder político escucha y se comunica bien, sus interacciones tanto públicas como privadas mejoran considerablemente. Al practicar mindfulness se desarrolla la habilidad de experimentar con una mayor conciencia la humanidad compartida, es decir, darse cuenta de que los otros viven experiencias similares a las propias, de que somos más parecidos que diferentes en las cuestiones fundamentales de la vida humana y que existen más puntos de convergencia que de separación entre los seres humanos. Cuando un líder político experimenta la humanidad compartida, en otras palabras, la compasión, su liderazgo se transforma, porque fortalece su capacidad para tomar decisiones e influir de un modo mucho más consciente y humano.

Lo más importante de la compasión es que implica acción. La empatía es una de las habilidades que los expertos en el liderazgo enseñan para que los líderes sean mucho más humanos y transformen el modo cómo se relacionan con aquellos a los que lideran, pero no es suficiente. El liderazgo político basado en la compasión es aquel que no solo se sitúa en los ‘zapatos del otro’, sino que también hace algo para transformar y dignificar la vida de aquellos a los que gobierna. La compasión implica un movimiento hacía adelante, un compromiso por reconocer al otro y hacer algo por él.
Reconocer al otro como un igual y actuar para cuidar la vida en común tiene sin duda un elevado valor político. La compasión y la política están íntimamente unidas en el propósito de mantener la buena salud de la vida en sociedad. Los líderes políticos, los servidores públicos y cualquier persona que intervenga en la arena pública pueden potenciar su capacidad de cuidar la comunidad al ejercitar su capacidad para ser compasivos a través de mindfulness, al tomar conciencia de lo que están haciendo y cómo lo están haciendo.

El ejemplo más notable de la importancia de mindfulness en la política es Gran Bretaña. En el 2015 declaró su intención de convertirse en una ‘nación mindfulness‘ publicando el informe Mindful Nation UK del Mindfulness All-Party Parliamentary Group. Este documento es el resultado de más de un año de investigación en el que participaron 115 parlamentarios practicando mindfulness y que pone en evidencia la necesidad de implementar como políticas públicas estas prácticas en la salud, la educación, los lugares de trabajo y en los centros penitenciarios. Actualmente Gran Bretaña sigue trabajando en este objetivo apoyándose en The Mindfulness Initiative en asociación con cuatro centros de investigación y capacitación en mindfulness de las universidades de Bangor, Exeter, Oxford y Sussex.

El vínculo de mindfulness con la política no solo está en los beneficios que reporta mindfulness para la sociedad impulsados por las políticas públicas, sino que además puede desarrollar una resiliencia colectiva para afrontar las crisis, fomentar la sensibilidad política y fortalecer la atención de los líderes políticos por la comunidad a través de la compasión.

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