Daniel Ureña  @danielurena Presidente de NITID, director de The Hispanic Council y expresidente de ACOP

Por: José Luis Izaguirre  @jl_izaguirre92

Cuando se escucha a los implicados, se pueden conseguir mejores leyes y más eficaces

Presidente de la firma de asuntos públicos y comunicación NITID (antes MAS Consulting España) y dirige The Hispanic Council, un think tank que promueve las relaciones entre España y Estados Unidos. Ex presidente de ACOP, miembro del Consejo Directivo (2019 – 2022) y durante cuatro años formó parte de la Junta Directiva de la European Association of Political Consultants (EAPC) como vicepresidente.

Es Profesor de la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), donde coordina el Aula de Liderazgo Público, un centro que promueve el diálogo y la colaboración entre la empresa, la política y la sociedad civil.

Tras 20 años al frente de MAS Consulting España, dais un salto cualitativo para convertiros en NITID. Enhorabuena por este éxito, que ha sido recibido de manera muy grata por todo el sector. ¿Cómo ha sido ese proceso? ¿Cuáles son los objetivos que os habéis planteado?

En este 2023 se cumplen 20 años del nacimiento de MAS Consulting España y veíamos que era el momento idóneo para reinventarnos y crear una nueva marca que reflejara de manera más precisa lo que nuestra compañía es a día de hoy. En las últimas dos décadas no hemos parado de evolucionar y ahora, con nuestro 20 aniversario, teníamos la percha perfecta para esta transformación.  Queríamos escenificar el inicio de una nueva etapa en nuestra compañía y estamos encantados tanto con nuestra nueva marca como con el recibimiento que está teniendo.

¿Dónde ves a NITID en el futuro próximo?

No sabemos a dónde nos llevará el futuro, pero tenemos claro que nos gustaría poder mantener nuestra esencia. Por supuesto, queremos seguir creciendo, pero siempre decimos que no queremos ser los más grandes, queremos ser los mejores. Nuestro objetivo nunca ha sido el ser la compañía que más oficinas o que más estructura tiene, sino la que ofrece un servicio de más calidad a sus clientes.  Dicho esto, para 2023 queremos reforzar nuestra presencia en Bruselas, donde desembarcamos en plena pandemia y ahora queremos tener un perfil mucho más proactivo. 

¿Qué suponía iniciar un proyecto de asuntos públicos en España hace 20 años?

Nuestra compañía nació hace 20 años como una consultora especializada en comunicación política y fuimos pioneros en España. Poco a poco, nuestro foco fue pasando del ámbito electoral al mundo de los asuntos públicos, donde hemos trabajado la mayor parte de estos 20 años. En nuestro ADN está la política y el haberla conocido desde dentro nos ayuda mucho en el trabajo del día a día.

¿Cuál sería el logro o logros que más destacarías en estos 20 años?

De lo que más orgulloso me siento es que nuestra marca siempre ha sido sinónimo de excelencia y de que hemos sido capaces de mantener nuestra independencia. En todo este tiempo, hemos trabajado con clientes muy diversos – en tamaño y tipología – pero siempre nos han elegido por nuestra profesionalidad, no por otros motivos. Y también estamos muy orgullosos de haber contribuido a la profesionalización tanto de los asuntos públicos como de la comunicación política en España. Podemos decir que hemos creado escuela después de formar a más de 5.000 líderes y directivos del ámbito político, empresarial y social. Entre nuestra comunidad de antiguos alumnos tenemos a presidentes, ministros, diputados, eurodiputados, alcaldes, asesores, etc.

Quienes os dedicáis profesionalmente a los asuntos públicos llevabais tiempo reclamando una regulación española clara acerca de los grupos de interés. ¿Qué opinión tienes sobre el Anteproyecto de Ley de Transparencia sobre los grupos de interés que se planteó a finales de 2022? ¿Es suficiente?

Hay que ver en qué termina este anteproyecto de ley. Yo estoy a favor de la transparencia y de contar con una legislación que se haga con sentido común, pero no ‘contra’ los profesionales de los asuntos públicos.

¿Y en Europa? ¿Cómo se establecen las relaciones con los grupos de interés?

En Bruselas la interacción entre los legisladores y los profesionales de asuntos públicos es una parte esencial de la actividad política. Me parece muy sano que aquellos que tienen que elaborar leyes sobre diferentes sectores o industrias puedan conocer de primera mano los problemas, los desafíos y las opiniones de los actores y los profesionales de ese ámbito. Cuando se escucha a los implicados, se pueden conseguir mejores leyes y más eficaces.

Mucha de tu actividad profesional está enmarcada también en EE. UU. ¿Cómo es trabajar allí y qué podemos aprender en España?

En Estados Unidos la actividad de public affairs tiene un gran desarrollo, al igual que en Bruselas. Hay muchas similitudes en el sentido de que la esencia es la misma, ayudar a las empresas y a las organizaciones del tercer sector en su relación con el ámbito político y a que sus causas estén p­resentes en la agenda pública.  Para mí el modelo americano de hacer asuntos públicos ha sido siempre un referente y, por eso, trato de estar al día de todo lo que sucede allí en este ámbito. 

De hecho, tu trabajo por difundir y trabajar por la herencia cultural hispana en EE. UU. pasa necesariamente por todo lo que estáis desarrollando desde The Hispanic Council. ¿Cómo valoras el trabajo que estáis realizando desde el think tank?

Estamos satisfechos de haber puesto nuestro granito de arena en la tarea de difundir la herencia cultural hispana de Estados Unidos, un tema que en los últimos ha ido creciendo año a año en interés. En los últimos nueve años hemos publicado más de 30 informes, hemos organizado más de 50 eventos y, sobre todo, hemos generado una comunidad de más de 35.000 personas a ambos lados del Atlántico que siguen nuestros contenidos y participan en nuestras actividades.

Para terminar, nos gustaría saber qué recuerdos tienes de tu presidencia de ACOP. ¿Qué destacarías de tu presidencia?

Recuerdo con mucho cariño esa etapa, en la que la asociación incrementó su número de socios, desarrolló una gran cantidad de actividades y, en definitiva, contribuyó a su misión de promover la profesionalización de la comunicación política.  Recuerdo con mucho cariño el V Encuentro Internacional que hicimos en Bilbao en 2018, donde tuvimos magníficos ponentes y fue la excusa para reencontrarnos con muchos amigos y colegas de profesión. En mi caso, aunque ya estoy más centrado en los asuntos públicos que en la comunicación política, sigo muy de cerca las actividades de ACOP y sigo siendo un firme convencido de que es una asociación muy necesaria.

Deja un comentario