Exdirector de La revista de ACOP.

«Se debe seguir la línea de concebir la revista como una herramienta con la que contribuir a la consolidación de la profesionalización de nuestro sector»

Por Eduardo G. Vega, @eduardoglezvega Gabriela Ortega, @gabrielaortegaj Director y subdirectora de La revista de ACOP

Ignacio Martín Granados @imgranados es licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, especialidad en “Análisis Político”, por la Universidad Complutense de Madrid, donde también realizó sus estudios de doctorado. Además, es especialista en Consultoría de Empresas por la UNED.

De 2007 a 2016 fue director del gabinete de alcaldía del ayuntamiento de Segovia y también ejerció como profesor asociado en la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación del Campus de Segovia de la Universidad de Valladolid durante seis cursos. Actualmente es consultor político y de asuntos públicos y colabora con la Fundación Felipe González. También imparte docencia en diferentes másteres sobre comunicación política además de ser formador en otras universidades e instituciones públicas y privadas.

En 2017 fue seleccionado entre los cien profesionales políticos más influyentes del año por el consejo editorial de la revista “Washington COMPOL”, dentro de los Napolitan Victory Awards 2017. Asimismo, su blog “Comunicación Política y Relaciones Públicas” obtuvo en 2014 sendas Menciones de Honor al Mejor Blog de Marketing Político en las categorías de Impacto Informativo y Educativo en los Victory Awards.

Coautor de varios libros, colabora habitualmente con diferentes medios de comunicación sobre temas relacionados con la comunicación política y forma parte del Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político (CIGMAP).

Martín Granados es miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) desde 2014. Fue coordinador de su Comité de Asesores y Consultores (2013-2016) y en 2012 entró a formar parte del consejo editorial de “El Molinillo”, publicación de la que posteriormente sería subdirector y director, cambiando el nombre en 2016 a «La revista de ACOP”. Tras dos años y medio al frente de la revista y 26 números publicados, le cede el testigo a Eduardo G. Vega.

Sabemos que el trabajo en el consejo editorial de “La revista de ACOP” es altruista, pese a que tiene un arduo tiempo de dedicación. ¿Cuál fue la motivación principal para aceptar el cargo?

Ya conocía la publicación “desde dentro” puesto que entré a formar parte del Consejo Editorial en octubre de 2012 con Jordi Rodríguez Virgili de director y asumí la subdirección más tarde con Juan M. Zafra, por lo que sabía a lo que me enfrentaba. Politólogo de formación, siempre me ha gustado la comunicación, y “ejercer” de esta forma el periodismo era un reto muy atractivo para mí. Además, ser director de esta publicación es un orgullo y poder aportar tu granito de arena al campo de la comunicación política a través de la misma, toda una satisfacción. La revista es el buque insignia de nuestra asociación y no podía rechazar semejante regalo.

¿Cómo definirías tu experiencia durante tus dos años como director de “La revista de ACOP”?

Fantástica, a todos los niveles. En el ámbito profesional, he tenido ocasión de sacar adelante un proyecto tan bonito como es el de una publicación especializada en comunicación política, identificando temas, entrevistando y conociendo a muchos autores interesantes. En lo personal, trabajar con un equipo de personas extraordinario -los miembros del Consejo Editorial y maquetadores-, que compartían la misma pasión por la comunicación política y del que he aprendido mucho.

Desde la perspectiva de la dirección de una publicación periódica tan especializada, ¿cuáles han sido los mayores retos?

Cuando me hice cargo de la revista ya habíamos sido reconocidos con un Victory Award a la publicación política del año, por lo que el listón estaba muy alto y había que seguir manteniendo y mejorando su calidad. Por un lado, quería introducir cambios, pero, por otra parte, si la revista funcionaba, tampoco se trataba de cambiar aquello que marchaba bien, por lo que fuimos introduciéndolos poco a poco. Primero, adelantamos la fecha de publicación a principios de mes, en lugar de finales, como se había hecho desde que la revista empezó como un simple boletín. Y luego introducimos nuevas secciones como el “Calendario electoral”, “La foto», los «Errores de comunicación política» o «Social Media Compol», así como en el especial de diciembre, aprovechando el cambio de nombre y rediseño de la revista. Además, a lo largo de este tiempo también hemos publicado números temáticos sobre política y mujer, cine y series políticas, el congreso de ACOPBilbao 2016 y el especial sobre los cien números alcanzados entre las dos revistas.

Esto en cuanto a cambios de formato, pero otro de los retos era tratar de dar cabida en la nómina de autores a nuevos talentos, intentando que en la revista hubiera equilibrio y escribieran tanto hombres como mujeres, académicos y consultores y jóvenes profesionales con otros ya consagrados. Por último, hemos intentado abrirnos un poquito más en los temas a América Latina y Estados Unidos, hablando de aspectos de la comunicación política de todo el mundo.

Has participado en el Consejo Editorial de la revista durante varios años, y dos como director,¿consideras que ha habido evolución en los temas sobre los que
ha escrito?, ¿en qué temas?, ¿te ha sorprendido alguna novedad, moda o tendencia en el sector?, y ¿por qué?

Evidentemente cada director y Consejo Editorial imprime su sello propio, su estilo, aunque sólo sea en la selección de temas, pero es que en estos años los issues han cambiado mucho. Si hablamos de comunicación política, siempre va a haber unos asuntos básicos (campañas, debates electorales, líderes, discursos, comunicación no verbal…), pero en los últimos años la revista ha sido testigo de los temas de moda o interés de la sociedad y los profesionales de la compol: populismos, big data, infoentretenimiento, coaching político, gamificación, política transmedia, posverdad…

Como director, he tratado de dar cabida, ya sea en los artículos “A fondo” o en los “Breves” (después denominados “Tendencias”), al mayor número de temas de interés posible, tratar de sorprender al lector. Por otra parte, también nos hemos abierto más a la comunicación y asuntos públicos, como aspecto tangencial a la comunicación política.
Quizás me ha sorprendido el interés que despierta la neurociencia aplicada a la política, temas como la psicología política y todo lo relativo a lo emocional. Así como lo atractivas que siguen resultando las redes sociales, pese a que ya no suponen una novedad, y el uso de la tecnología en la comunicación política.

La revista de ACOP ha vivido un cambio en toda su historia y has sido protagonista y artífice de muchas de las mejoras ¿cuáles crees que podrían ser los próximos pasos?

Eso corresponde decidirlo al nuevo equipo editorial y su director, (ríe). Soy partidario de las renovaciones, dar el relevo a otros socios que mantengan la revista en la excelencia, puesto que gente nueva, con ideas diferentes, con ilusiones y fuerzas renovadas, insuflarán aire fresco -sin perder su identidad- a una publicación con unos lectores muy exigentes que demandan contenidos de calidad.

Más allá de abordar los temas de interés del momento, personalmente, considero que se debe seguir la línea de concebir la revista como una herramienta con la que contribuir a la consolidación de la profesionalización de nuestro sector, con rigor y profundidad, eliminando estereotipos fáciles e interesados sobre la comunicación política.

“La revista de ACOP” es una publicación premiada y reconocida. ¿Cuál es la clave del éxito?

En mi opinión, las claves del éxito de esta revista son tres. En primer lugar, tener una identidad muy definida. Desde su inicio se mantienen las principales secciones (A fondos, artículos breves, una entrevista y tabla de valoración de líderes) que después hemos ido aumentando y mejorando, pero el lector sabe desde el principio lo que se va a encontrar en sus páginas. En segundo lugar, su regularidad e innovación: a principios de mes, todos los meses salvo agosto (¡durante más de 100 meses!), puedes contar con interesantes textos de comunicación política, aspecto que no es baladí en una publicación gratuita y tan específica como la nuestra. Y a lo largo de sus casi diez años de existencia ha ido innovando constantemente, evolucionando las secciones, ampliando los temas donde poner el foco y aumentando sus páginas. Sin duda alguna, repasar sus páginas es revisar la evolución de la comunicación política en la última década. Por último, contar con los mejores autores -procedentes tanto de la academia, como de la consultoría y el ámbito institucional- que son los que aportan valor y excelencia a la revista. Una buena selección de autores y temas es fundamental para alcanzar el éxito.

Todo ello contribuye a que sea un producto muy especial, referencia de la comunicación política en español y que así ha sido reconocido con los Victory Awards 2014, 2015, 2016 y 2017 a la publicación política del año. Y aunque los premios llegan ahora, es de justicia reconocer la labor de todas las personas que han trabajado en ella desde sus inicios, así como de los diferentes consejos directivos que la han apoyado.

Algo más personal, ¿cuáles son tus libros favoritos?

En el número 100 de “La revista de ACOP” publicamos una selección de diez libros imprescindibles de comunicación política que invito a los lectores de esta entrevista a redescubrir y leer. Ahí se encuentran muchos de mis favoritos.

Como curiosidad, ahora mismo estoy leyendo “Superpronosticadores. El arte y la ciencia de la predicción”, de Philip E. Tetlock y Dan Gardner. Es un libro muy interesante sobre los errores de los «pronosticadores expertos» que arroja luz sobre cómo predecir bien el futuro, algo que tiene que ver más con un modo de pensar, tener una mente abierta, cuidadosa, curiosa y autocrítica, que realiza una predicción inicial y luego meticulosamente la ajusta en función de cada nueva evidencia o información relacionada con el tema.

Sabemos que te apasionan las series y las películas políticas, has sido coautor del libro “Política en Serie” que ha recibido el Victory Award a mejor libro político de 2016. ¿Nos puedes comentar cuál es tu visión sobre este tema?

Como aficionado al cine y profesional de la comunicación política, me gusta disfrutar de ambos placeres unidos. Estamos viviendo una segunda edad de oro de las series, con la suerte -para los frikis de la compol entre los que me incluyo- de que los temas políticos ahora protagonizan las tramas cinéfilas. Mis series favoritas son The West Wing, Borgen y Yes, Minister y echo de menos alguna gran producción española sobre el tema.

Creo que la ficción, y es una de las tesis que defiende el libro que mencionas, no sólo inspira al poder, sino que realidad y ficción se retroalimentan. Además, gracias a las series podemos aprender mucho sobre política y todo lo que la rodea. Igual que CSI puso de moda las carreras científicas y Criminología ascendió entre las solicitudes universitarias, me gustaría que las series pusieran el foco sobre la importancia de tener buenos líderes e implementar una política eficaz y ética para tener mejores políticos en el futuro. El problema es que eso, en el mundo del entretenimiento, no vende.

Dejas el Consejo Editorial y la dirección de La revista de ACOP, ¿cuáles son tus próximos proyectos?, ¿dónde te veremos?

Mi decisión de abandonar la dirección de la revista y su Consejo Editorial no se trata tanto de tener ya un proyecto definido y cambiar una cosa por otra, sino más bien la necesidad de disponer de tiempo para poder dedicarme a nuevas tareas y, también, dar paso a otras personas que sigan mejorando la revista. Son cinco años los que llevaba vinculado a la revista y necesitaba darme un respiro. En cualquier caso, espero poder daros pronto noticias sobre alguna propuesta interesante.

¿Qué te gustaría decirles a los lectores de “La revista de ACOP” para finalizar la entrevista?

Quisiera darles las gracias por su confianza, apoyo e interés mes a mes. Es verdad que un libro o una revista no es nada sin sus lectores, por lo que aprovecho este altavoz para seguir invitándoles a que envíen sus propuestas de artículos y difundan la publicación entre sus amistades y compañeros, porque seguro que se lo agradecerán después. Particularmente, espero que, como lectores, hayan disfrutado tanto de la revista como yo al frente de la misma durante esta etapa.

Sabes que tienes abiertas las puertas de “tu casa” siempre que quieras, ¿verdad?

Muchas gracias, ha sido un verdadero placer. Espero seguir colaborando ocasionalmente. De momento, cuento con escribir en el número especial de diciembre el artículo sobre las películas políticas del año, como en el último lustro.

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