En comunicación política existen una serie de lugares comunes que los políticos explotan al máximo y que los medios de comunicación suelen cubrir encantados. Se trata de acontecimientos (performances en muchos casos) perfectamente empaquetados y listos para ser comunicados a la opinión publica: grandes mítines, comidas con militantes y simpatizantes, inauguraciones, visitas o actos que se repiten todos los años, mensajes navideños…
En tiempos de austeridad, los políticos buscan fórmulas que transmitan empatía con las dificultades que atraviesan los ciudadanos, como las reducciones de sueldo, la limitación de coches oficiales, los recortes en gastos protocolarios… Entre todas ellas, hay una que, por recurrente, podemos decir que se ha convertido en un lugar común: los vuelos en aerolíneas low-cost. La última en recurrir a esta fórmula ha sido la presidenta de Lituania, que el pasado mes acudió al funeral de Margaret Thatcher en Wiiz Air. Las redes sociales se llenaron de fotos subidas por los pasajeros que la acompañaban.
Los desplazamientos en avión siempre son escrutados por los medios de comunicación y la opinión pública por el cariño que los políticos sienten por la primera clase y los aviones privados (especialmente en campaña), por lo que un vuelo de bajo coste se convierte inmediatamente en noticia. Esta fórmula habría sido impensable hace algunos años, pero las aerolíneas low-cost han convertido los viajes en avión en algo suficientemente popular como para que se puedan emplear como elemento de identificación con la población.
En los últimos años, muchos mandatarios se han subido a una aerolínea low-cost para sus desplazamientos. Y también muchos utilizan después, más o menos sutilmente, ese viaje para presumir de austeridad. La fórmula es bastante efectiva, aunque sus efectos son limitados en el tiempo y siempre es necesario combinarla con otras acciones que refuercen el mensaje de austeridad. Algunos de los políticos y mandatarios que han empelado la fórmula Ryanair son:
• David Cameron es uno de los más asiduos a las aerolíneas low-cost. Sus escapadas a España con Ryaniar son ya una tradición.
• Su Majestad la Reina doña Sofía viajó hasta Santander con Ryanair en 2009. Pocos días después, la compañía la utilizó en sus anuncios publicitarios. ‘Vuele como un monarca’, rezaba la publicidad, que no fue bien recibida por la Casa Real. Los duques de Cambridge también son aficionados a los vuelos low-cost.
• Alberto Núñez Feijóo también ha acaparado titulares en alguna ocasión por desplazarse a Galicia en aerolíneas de bajo coste.
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