Por Alberta Pérez, @alberta_pv
Sus cuatro legislaturas comenzaron haciendo historia por el hecho de ser mujer y han terminado haciendo historia por tantas razones como artículos podemos encontrar en Internet. Su trayectoria como dirigente de Alemania ha durado 16 años, una vida entera.
Según los psicólogos, el descanso de las vacaciones ayuda al organismo a reparar los daños generados por la ansiedad y el aumento de cortisol. Incluso refuerza el autoconcepto y la autoestima, aumenta la creatividad y desbloquea la Algo que muchos no saben es que los políticos se parecen más a los perros que a las personas. No solo porque se ladren los unos a los otros y compitan por marcar territorio, sino porque sus años trascurren de forma distinta a la del resto de los seres humanos. Igual que les pasa a los perros, para los políticos los años no trascurren dentro de una escala lineal. Por el contrario, el primer y segundo año computan por 12 años humanos. Tal y como explica este artículo de la BBC los dos primeros años computan tres veces más que los venideros. Es decir, mientras que a partir de los tres años calcularíamos que cada año cumplido equivaldría a cuatro años humanos, a los dos primeros años les correspondería una equivalencia de 12 a cada uno.
Antes de continuar, quisiera aclarar que la BBC habla en todo momento de perros, y que mucha gente no conoce esta analogía política porque me la he inventado yo. Aunque me gustaría defender mi premisa alegando que, si buscan la apariencia física de cualquier dirigente político en sus inicios y la comparan con una foto cuatro años más antigua, mi teoría parece menos increíble (la excepción que confirma la regla es Vladimir Putin, que como en todo en la vida, parece jugar en otra liga). Es más, si siguen indagando, también comprobarán que la curva de envejecimiento se ralentiza pasados los primeros cuatro años. Parece que con la práctica el tiempo comenzara a unificarse, debe ser algo parecido a intentar convertirse en runner: los primeros kilómetros son los peores, con el tiempo, entras en calor y aprendes a gestionarte.
Otro factor que intuyo importante en este envejecimiento repentino es el de acostumbrarse a la presión, o por lo menos encontrar el método más adecuado para convivir con ella. Si sobrevives a los primeros años dirigiendo un país y aprendes a reconducir tu ansiedad, con el paso del tiempo la gente se acostumbra y te hace un hueco en sus hostiles corazones. Las críticas no cesarán nunca, pero habréis entrado en una dinámica equilibrada de apoyo mutuo y reconocimiento que puede incluso llegar a ser adictiva para cualquiera de las partes. Con su gesto serio e impasible, Angela Merkel ha sobrevivido al paso de cuatro presidentes estadounidenses, cinco primeros ministros británicos, tres presidentes españoles y ocho italianos. Con su apariencia estoica y tras capear demasiadas crisis, ha aportado una seguridad a Europa que iba a hacerle muy difícil escaparse del calificativo ‘madre’.
Y así, ya habituados a tenerla al mando para lo bueno y para lo malo, para el halago y para la crítica, ha soltado la cuerda y nos hemos caído de culo. Tal y como dice el artículo de la BBC antes mencionado: «Cuando descubras que Rex ya no persigue la pelota como lo hacía antes, es que probablemente tiene más edad de la que creías».
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