Por Carlos Samitier, @casamitier, consultor

Y Twitch entró en campaña. De un día para otro Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), congresista del Estado de Nueva York y estrella emergente del Partido Demócrata, consiguió reunir a más de 400.000 espectadores mientras jugaba a Among Us, un juego popular por tener que usar la manipulación y la mentira para alzarte con la victoria. ¿Bonita metáfora de la política, verdad?

Among Us, un videojuego de deducción social popularizado recientemente, permite jugar con hasta diez jugadores, manejando un personaje de colores en una nave espacial. Los participantes son asignados al azar en los roles de juego, pudiendo actuar como impostor, con el objetivo de eliminar al resto de jugadores o como tripulante, que realiza misiones y tiene que descubrir quién es el impostor.

La idea de todo este streaming era llamar a la participación política de los más jóvenes en las elecciones presidenciales de 2020. Por eso, los asistentes al streaming no dejaban de repetir consignas políticas animando al voto. De hecho mientras jugaban, Ocasio-Cortez indicaba que “aquí estamos para votar azul”, usando un juego de palabras entre el color del Partido Demócrata y la votación entre jugadores para decidir quién es el impostor.

Los resultados hablan por sí solos. La retransmisión de Ocasio-Cortez ya es la tercera más vista de toda la historia de Twitch, ranking que encabeza el cantante Drake jugando a Fortnite. Para hacernos una idea de la dimensión, comparemos con otros líderes políticos: Joe Biden tiene 2.600 seguidores, Donald Trump 145.000 y Bernie Sanders 160.000. Ocasio-Cortez consiguió más de 600.000 seguidores en Twitch en apenas cuatro días.

Ahora bien, que esta acción haya ayudado a movilizar al electorado y ganar votos para Biden, todavía está por ver y seguro que correrán ríos de tinta con posiciones enfrentadas. Los espectadores del streaming son muy jóvenes y muchos, ni siquiera tienen edad para votar.

Pero la relación entre streaming y política no es reciente y los candidatos y candidatas cada vez usan más este tipo de plataformas digitales. En España, el youtub­er Rush Smith entrevistó a los principales candidatos a presidente del Gobierno. Por su canal en YouTube pasaron Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias, que junto a pruebas y retos, desgranaban sus argumentarios y propuestas. Forfast, otro youtuber español reconocido, se fue a la caza de titulares entre los diputados a las puertas del Congreso de los Diputados.

La mayor diferencia entre estos ejemplos y el caso de Ocasio-Cortez es precisamente, la propia candidata. AOC tiene un talento especial, ser una defensora contundente y articulada del mensaje del Partido Demócrata pero a su vez, es capaz de hablar de manera creíble directamente con los millennials utilizando plataformas como Twitch o Instagram.

Y la clave es la naturalidad y la coherencia. AOC, de 31 años, es hiperactiva en redes sociales y conoce perfectamente los canales, así como una fan declarada de League of Legends, otro juego con mucha audiencia en Internet. Por eso tiene tanto tirón. De la misma manera, nos sorprendería mucho y hasta lo veríamos como una acción meramente electoralista, ver al propio Joe Biden jugando a League of Legends y diciendo ‘vota azul’. Algo así, como cuando Montgomery Burns se disfraza de joven en Los Simpsons.

Con todo, si una cosa está clara es que el público joven demanda otro tipo de contenido político y las campañas deben adaptarse, siempre en función de las cualidades de sus candidatos y candidatas y su propia coherencia. Políticos necesitados del voto joven, cómprense un ordenador potente porque la siguiente batalla se lucha con teclado y ratón.

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